El proceso

Existen muchas variedades de arándanos, aunque la más conocida sea el «blueberrie» o arándano azul.

Juan Carlos Rubio se planteó hace unos años dar un giro a su plantación para obtener variedades más tardías, que se recolectan en otoño.

No le hacía gracia arrancar los viejos arbustos y sopesó diseñar una técnica de injerto para arándanos.

Se sorprendió cuando constató que no había ninguna desarrollada en el mundo.

Se inspiró en la técnica empleada en el manzano y otros frutales y la adaptó a los arándanos.

Han sido necesarios cuatro años para comprobar que su técnica funcionaba.

La técnica

El injertado en una planta adulta se lleva a cabo en las ramas principales. A partir de ahí se reconstruye el arbusto.

La merma de producción es inevitable el primer año, pero, en cualquier caso, mucho menor que lo que supone arrancar y volver a plantar.

El arándano funciona de forma similar al kiwi y tarda unos tres años en entrar en producción.

Rubio produce unas 15 toneladas de arándanos al año. Está convencido de que Asturias tiene un gran potencial para cubrir la demanda que llega de Europa. La mayor parte de las importaciones llegan de Chile o Argentina.

Cuando en esos países es invierno, Asturias podría cubrir el nicho de mercado que existe.