Oviedo, J. A. ARDURA

Los sindicatos discrepan de la intención del Principado de meter tijera en el empleo público. La negociación sobre la oferta de empleo para 2010 arranca mañana con posiciones encontradas y bastantes discrepancias entre el Gobierno y las centrales. Mientras el Gobierno regional, de partida, sólo ofrece crear 120 plazas en el ámbito de la educación, los sindicatos pedirán más empleo público en la sanidad y que se reduzca la contratación temporal. Para dar una idea de lo lejos que están ambas posturas basta citar que las centrales calculan en 4.000 las plazas de empleo público vacantes, que en su mayoría son cubiertas, año tras año, por personal interino y que deberían salir a concurso no sólo en este año, sino a lo largo de los próximos ejercicios.

Las plazas vacantes existentes en la Administración regional se reparten en tres grandes bloques: unas 800 correspondientes a laborales y funcionarios de concursos ya aprobados por el Principado que aún están pendientes de ejecutar, unas 1.400 plazas que actualmente son cubiertas en la función pública por personal interino y unas 1.500 en la enseñanza pública, que también se cubren de forma temporal porque la Administración regional no las ha incluido aún en su oferta pública. A esas cifras habría que añadir las plazas vacantes en la sanidad, un sector en el que este año se jubilarán cerca de 500 empleados, tanto en la atención especializada como en la primaria.

UGT llega a la negociación con el Gobierno regional dispuesto a «dar una pelea enorme» para cubrir el mayor número de vacantes posible en dos servicios básicos como la sanidad y la educación. Luis Ángel Ardura, responsable de la federación ugetista de Servicios Públicos, advierte de que el acuerdo marco alcanzado por el Gobierno el pasado año para cubrir, como mucho, un 15 por ciento de las vacantes generadas por jubilación no podrá afectar a ninguno de esos servicios. «Aplicar esa tasa de reposición podría paralizar la sanidad. Se trata de necesidades imperativas, que hay que atender», sostuvo Ardura. Margot Marqués, de la coalición que agrupa a los sindicatos sanitarios SIMPA y SATSE y que también estará en esa negociación, juzga necesario cubrir más plazas vacantes en la sanidad, «donde hay un aumento real de la actividad y plantillas bastante ajustadas». Según Margot Marqués, el Principado ha retrasado las convocatorias de empleo de 2002 y niega el argumento de la crisis «porque otras autonomías cumplen sus compromisos». José Manuel Rodríguez Mata, responsable de empleo y formación en la Administración autonómica de CC OO, también rechaza que la crisis sirva de pretexto para «congelar» empleo público. De hecho, este sindicato planteará mañana que el Principado cubra más de dos mil de las plazas vacantes. «El Principado debería apostar por el empleo indefinido porque no se trata de crear nuevos empleos sino de transformar en públicos los puestos de trabajo, las necesidades reales que actualmente cubren los interinos», planteó Mata.