Director general de Ganadería del Ministerio de Medio Rural y Medio Ambiente

Oviedo,

María José IGLESIAS

Carlos Escribano Mora (Madrid, 1950), director general de Ganadería del Ministerio de Medio Rural, clausuró ayer el ciclo sobre el futuro del campo, en el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). Escribano, recién llegado del Consejo de Ministros celebrado en Sevilla, defendió una reestructuración de las industrias lácteas españolas para crear grandes grupos. A su juicio, la única forma de que el sector lácteo español pueda competir en el resto de Europa.

-El Gobierno de España al que usted pertenece ha recibido críticas por no apoyar la oferta de Capsa para comprar Puleva, la única presentada con capital totalmente español.

-El Gobierno y el Ministerio de Medio Rural, en particular, defienden la creación de grandes grupos lácteos en España. Es el único modo de competir con los países lecheros de Europa. La nacionalidad de las empresas es aparte. Capsa presentó una oferta por Puleva, pero la empresa que vende es la que elige.

-El gigante lácteo francés Lactalis ha adquirido Puleva y tiene nuevas redes de distribución para inundar el mercado español de leche francesa a bajo precio.

-Ya las tenía antes. Lactalis se implantó en España en 1983. No necesitaba hacerse con Puleva para traer leche barata de Francia. Además, no hay fronteras, el mercado es libre. Me preocupa más la política que sigan con los ganaderos que les venden.

-¿Por qué le preocupa tanto?

-Esperamos que apoyen iniciativas como los contratos que garantizan un precio mínimo a los ganaderos. Eso servirá para asentar el sector lácteo en España.

-En Asturias, con 2.800 ganaderos de leche, aún quedan más de 1.000 sin contratos.

-Precisamente son los que no pertenecen a cooperativas. Eso demuestra que una estructura organizada ayuda. Los abastecedores de Central Lechera reciben el precio más alto de España. Ese modelo cooperativo es el que siguen en Francia. Les sirve para producir más barato y vendernos leche. Habrá que copiarles lo bueno.

-¿Por ejemplo?

-Las industrias deben copiar del proceso de reestructuración tan fuerte que han hecho los ganaderos en España, que de 150.000 se han quedado en 24.000. En Francia tocan a 800 ganaderos por industria, mientras que en España la cifra es de 79. La atomización del sector resulta más que evidente.

-¿Por qué le gusta tanto el modelo lácteo francés?

-Prefiero el modelo francés frente a otros de la Unión Europea por la fortaleza de su organización interprofesional. Allí los ganaderos, industriales, transformadores y la distribución llegan a acuerdos estables y permanentes a lo largo del año. Además están muy cerca. Son los grandes competidores de España. Más vale conocerlos bien.

-Es tremendamente crítico con las relaciones entre las industrias y los ganaderos. ¿Por qué razón?

-Son anacrónicas. Están como hace medio siglo. El proceso de reestructuración debe abordarse entre todos. Ese triángulo lo forman los ganaderos, las industrias y la distribución. De lo contrario, no hay futuro, ni para unos ni para otros.

-Se habla de nuevas bajadas de precios. ¿Las confirma?

-En los datos de enero y febrero aparece reflejada una ligera bajada de precios de la leche en el campo, pero apenas es significativa. Más bien creemos que los precios repuntarán a partir de abril o mayo.

-El sector de vacuno de carne tampoco lo está pasando bien. ¿Es el gran olvidado de esta crisis?

-Pues en cierto modo sí. Pero ha ido capeando el temporal. Es cierto que en España han bajado los sacrificios de ganado en los últimos meses.

-El grupo de expertos del sector lácteo europeo se reúne el viernes en Bruselas. ¿Van a resolver algo?

-Esperamos apoyo a las tesis de España. Queremos que aumente el poder de negociación de los ganaderos. Las cosas no pueden seguir como hasta ahora.

-El eterno problema de España son esos tres millones de toneladas de leche que faltan para cubrir la demanda nacional...

-Claro. De algún lado tienen que salir. Por eso llega leche de otros países.

«Las relaciones entre los ganaderos y las industrias son anacrónicas, están como hace medio siglo»

Un gestor versátil

Carlos Escribano, licenciado en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid, ha sido responsable de los servicios de Ganadería de Asturias, Cáceres, Teruel y Galicia.

En 2002, cuando aún gobernaba el PP, fue nombrado director general de Ganadería del Ministerio de Agricultura y vicepresidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria.

Con el triunfo del PSOE, en 2004, Escribano, pasó a formar parte del equipo de la actual ministra de Medio Rural, Elena Espinosa.

Se mueve bien por los despachos de Bruselas. Fue miembro del Consejo de Administración de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria.