Oviedo / Gijón / Avilés / Mieres / Langreo, L. P. / A. L. / E. P.

La vuelta del dibujante Alfonso Iglesias a LA NUEVA ESPAÑA con motivo del centenario de su nacimiento ha supuesto un éxito rotundo. Lectores de todas las edades repasaron ayer satisfechos la primera entrega de la «Antología de Humor y Obra Gráfica» del creador de los célebres Pinín, Telva y Pinón, patrocinada por el Banco Herrero y que se entrega de forma gratuita todos los viernes. Además del fascículo, los compradores del periódico recibieron, completamente gratis, un póster con Pinón, Telva y Pinín, tres personajes que nacieron en las páginas de este diario.

Los lectores acogieron entusiasmados esta nueva iniciativa editorial de LA NUEVA ESPAÑA, que reúne la creación de Iglesias y que supone para muchos una vuelta a la infancia. Fernando Añón, de Oviedo, es uno de los que recuerdan con cariño entrañable las aventuras de Pinín. «Me parece fantástico que se recopilen de nuevo estas historietas; yo coleccionaba los cromos cuando salían en el chocolate», indicaba ayer en la capital mientras ojeaba el fascículo.

En Gijón, Valeria Clark también se mostraba emocionada con la nueva promoción, de «dibujos muy divertidos y entretenidos para toda la familia».

Rocío Botana y Victoria Alonso, ambas de Avilés, consideran que la nueva promoción editorial está muy bien «para que todo el mundo conozca a Pinín y sus aventuras, que marcaron a una generación y merecen que no caigan en el olvido».

Carlos Calzón se encontró ayer por la mañana al comprar el periódico en su quiosco habitual de Mieres con las viñetas de Alfonso Iglesias: «Ya sabía que iba a comenzar esta colección y la verdad es que desde el principio me pareció diferente, muy original y divertida».

«Es muy buena idea, me transporta al pasado», aseguraba por su parte Julio Menéndez, de Sotrondio, que observaba «con nostalgia» la primera entrega. «Es un clásico», comentaba Jorge Rodríguez, al que le hace especial ilusión el coleccionable: «El madreñogiro (inspirado en la gran madreña voladora de "Las Aventuras de Pinín") era lo primero que veía al llegar al aeropuerto cuando estudiaba en Málaga».