Oviedo, Marta PÉREZ

«Hemos dilapidado el dinero de Europa, que ahora nos vendría muy bien para la crisis, en tontadas. Cada vez que veo a un Ayuntamiento poner losas me resulta vomitivo. París tiene sus aceras de asfalto baratas y, además, la gente no resbala». Ésta es una de las reflexiones que compartió ayer el ex presidente del Principado, Juan Luis Rodríguez-Vigil en una conferencia enmarcada en el I Congreso «Asturias, presente y futuro», que organiza el Centro de Estudios Sella. El congreso arrancó ayer con dos visiones diferentes de la crisis: una tremendista, la de Vigil, y otra más positiva, a cargo del secretario de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Alberto González Menéndez.

Rodríguez-Vigil considera que «los días de vino y rosas no volverán» y que «los estratos políticos y mediáticos deberían tratar de comunicar a la ciudadanía que la crisis no es pasajera». El ex presidente socialista ve difícil que la denominada «paz social» pueda seguir manteniéndose por mucho tiempo: «Pronto se acabará lo de estar en casa contemplando la crisis sin agobios», auguró. Rodríguez-Vigil se mostró muy crítico con lo que considera un «mal gasto» de dinero -se refirió en varias ocasiones a los fondos europeos- que en los tiempos que corren, según expuso, ayudarían a paliar las adversidades económicas. «Ahora necesitamos esos recursos para enfrentar un cambio que va a ser difícil y costoso», dijo.

El ex presidente regional también se mostró partidario de «orillar el debate de las infraestructuras» y de «reorientar» el dinero que se está gastando en «alguna de ellas» para atajar la crisis. De «disparate» calificó la «Y» de Bimenes y de innecesarias carreteras como la autovía La Espina-Ponferrada. «La autopista a Cangas no hace falta, con una buena carretera con adelantamientos en doble sentido basta». Para él, también «carece del menor sentido» el debate sobre la llegada de la alta velocidad a Asturias. «Llegará a Asturias y qué mas nos da que tenga tres hilos, que dos, vaya por arriba o vaya por abajo; son temas del bizantinismo local», aseguró. Esfuerzo, austeridad y «creer que nadie nos va a ayudar a salir si no somos nosotros mismos» son las recetas que propone Rodríguez-Vigil para salir de la crisis.

Alberto González defendió que la recesión en Asturias es «coyuntural» porque «no está afectada por los mismos problemas que afecta la crisis a nivel nacional». El secretario de la FADE se mostró «optimista» y comentó que «con trabajo todos conseguiremos salir». Además, auguró que «previsiblemente, en los próximos años Asturias crecerá a los mismos niveles o incluso superiores que España», aunque reconoció que «quedan asignaturas pendientes». El aislamiento (por tierra, mar y aire), las exportaciones y la innovación son algunos de los ejemplos que citó el secretario de la FADE. «Somos una región luchadora e imaginativa, con un presente esperanzador y un futuro interesante», sentenció Alberto González.