Madrid, Raquel L. MURIAS

Ostras del Eo, manteca salada, cava de manzana, mousse de leche y arándanos, jabalí en salsa rústica. Estos nuevos sabores de Asturias tienen su sitio ganado en los stands del XXIV Salón Internacional del Club del Gourmet 2010, que se celebra en el pabellón Ifema, en Madrid, hasta el próximo 15 de abril. No es que falten los clásicos, no. También hay fabes de la granja, sidra, cabrales, chosco, embutidos y carnes roxas, pero hay profesionales que han decidido innovar y se la juegan este año en este salón con nuevos productos. El Salón del Gourmet es a los alimentos lo que la Pasarela Cibeles a la moda. Algo tendrá que ver que ambas se celebren en el mismo sitio. Al Salón no faltó ayer la Princesa de Asturias, doña Letizia, que departió con los asistentes en varios actos.

El sector agroalimentario movió el año pasado en Asturias casi nueve millones de euros. Muchos son los empleos que empiezan a depender de los sabores de Asturias. El de Matías Rodríguez, de Mantequera de Tineo, es uno. Quién sabe cuántos panecillos untará estos días para ofrecer degustaciones de su mantequilla salada. Dice Rodríguez que no hay mejor desayuno que un café con leche y una rebanada de pan con esta manteca con un puntín de sal. Debe de ser verdad, porque ayer, antes de las doce, no daba abasto a servir mantequilla en el Ifema. «Buenísima», decía una señora con el panecillo en la boca.

El expositor de Asturias llama la atención entre los demás por dos razones: por que huele de lejos a sidra y porque tiene manzanas, de mentira, en el techo. Es el único que se diferencia de los demás por su decoración. En el stand, la misma señora que disfrutó con la mantequilla salada de Tineo prueba ahora el cava de sidra que Trabanco, el mayor productor de sidra de Asturias, ha ido a presentar a Madrid. «Es ideal para arroces con marisco, para pescados y para una cena romántica», define el cava José Manuel García, director comercial de la empresa sidrera. «Exquisita», dice la señora, que repite, y añade: «Ésta no se sube a la cabeza». Bueno. Este cava de sidra tiene siete grados y medio de alcohol. No hay intención de que este producto quite sitio a la sidra tradicional en el mercado, pero Trabanco cree que hay que apostar por nuevos productos.

El Salón Internacional del Club del Gourmet reparte lo mejor de lo mejor, por eso hay cola para probar las ostras que ofrecen para degustar en Acueo. Las ofrece Nuria Núñez, una de las propietarias de la empresa, la única en Asturias que cría este manjar y que se distribuye desde la ría del Eo a través internet. El precio, muy fácil de recordar: una ostra, un euro. Explica Nuria Núñez que hay que quitarse esa idea de la cabeza de que la ostra es muy cara. «No más que un buen jamón y, además, hay que añadirla a la dieta porque tiene mucho cinc», explica. Al final, lo de las propiedades nutritivas es lo de menos, lo que importa es que están riquísimas. «Es como comerte el mar», asegura un señor que se ha manchado el bigote con el liquidillo que sale de la cáscara.

Muy original también es el expositor de la empresa Laurel, de Avilés. Latas y más latas que guardan en su interior bocados originales: pulpo con algas, mousse de leche y arándanos, jabalí en salsa rústica. Explica José Manuel García, uno de los propietarios de la conservera, que el pastel de morcilla es lo que más gusta y los choricinos a la sidra, lo que más se vende. Los ingleses, los principales consumidores de estas delicias asturianas, se pirran por sus latas, asegura.

Los visitantes siguen probando delicias asturianas. La misma señora que disfrutó con la mantequilla y el cava se detiene a comer un trocito de tarta de queso, hecha artesanalmente en Granderroble, una fábrica ubicada en Villaviciosa. Asegura Félix Sánchez, comercial de esta fábrica en Madrid, que vender producto asturiano es fácil. «La gente asocia Asturias con calidad». Granderroble, que empezó recogiendo leche en las ganaderías cercanas y probando a ver qué pasaba con los pasteles, no para de producir. Para presentarse en Ifema, ha sacado un nuevo tiramisú, que por la pinta no puede estar malo.

Todas las regiones se han dado cita en Madrid para presumir de sabores, y Asturias, en esto, no se queda atrás. Además, catorce países participan también en la cita. El año pasado, este salón recibió la visita de 79.963 profesionales del sector. Asturias ha llevado este año hasta Ifema veintitrés empresas de los sectores de la sidra, embutidos, quesos, lácteos, conservas, pescados, mariscos, platos preparados y publicaciones culinarias. Menos mal que la feria dura hasta el próximo día 15 porque a la señora que se empeñó ayer en probar las delicias asturianas no le dio tiempo a saborearlo todo. «Estoy llena», aseguró tras el pastel de queso.