Cangas de Onís,

Ramón DÍAZ

Cerrada por vacaciones. Así quedará hoy y mañana, una vez más, la carretera que une Covadonga y los Lagos. Cerrada, sí, pero sólo para los vehículos particulares, y exclusivamente entre las nueve de la mañana y las ocho de la tarde. Fuera de ese horario, la circulación de coches privados quedará supeditada a que haya plazas libres en el aparcamiento de Buferrera, situado en las inmediaciones del lago Enol. ¿Qué debe hacer entonces el visitante para visitar los Lagos durante este puente? Dos soluciones: tomar un autotaxi con licencia de Cangas de Onís o subir a uno de los autobuses del plan de transporte a los Lagos («lanzaderas turísticas» prefieren llamarles a los mandatarios regionales) en cualquiera de los aparcamientos habilitados en el trayecto que une la ciudad canguesa y los Lagos. El acceso al santuario de Covadonga será, como el resto del año, libre y gratuito.

Libres de cualquier restricción (salvo por cuestiones de fuerza mayor) para utilizar la carretera de los Lagos (CO-4) estarán, además de los taxis cangueses y los autobuses de línea y autorizados, los vehículos de los propietarios y los ganaderos de la zona, los de las personas con movilidad reducida, los coches de la Administración pública y aquellos vehículos que cuenten con autorización especial del Ayuntamiento de Cangas de Onís.

El plan de transporte a Enol y La Ercina, impulsado desde hace unos años por el Gobierno del Principado, incluye cinco aparcamientos a lo largo del trayecto entre Cangas y los Lagos. Son los de El Lleráu (P1), en la capital del concejo; El Bosque (P2), Muñigu (P3) El Repelao (P4) y el área de servicio de Buferrera. Aparcar cuesta dos euros y el tique sirve para toda una jornada. El billete de autobús para adulto cuesta siete euros y es, según la terminología utilizada por las autoridades regionales, «dinámico»; esto es, sirve para viajar, sin límite de paradas, durante toda la jornada. Los menores de 3 años no pagan billete y los niños de entre 3 y 12 años deben pagar 3 euros.

El Principado ha decidido mantener el horario aplicado por primera vez durante la pasada Semana Santa, que supuso un retraso de media hora en el cierre de la carretera de los Lagos a los coches particulares. La aplicación de restricciones a partir de las nueve de la mañana, en lugar de a las ocho y media como se había hecho en los años anteriores, respondió a las peticiones realizadas en ese sentido por la Asociación de Empresarios de la Comarca de los Picos de Europa, Incatur.

El servicio de autobuses a los Lagos será cubierto por una flota de Alsa integrada por un número variable de vehículos, en función de las necesidades. Durante la Semana Santa se movieron entre Cangas y los Lagos unos cuarenta autobuses, aunque todo indica que durante este puente del Primero de Mayo serán treinta, o quizás alguno menos. Los autobuses partirán desde el aparcamiento de El Lleráu cada 15 minutos, aunque la frecuencia podría ser aún mayor si la afluencia turística lo requiere.

El puzle que poco a poco va componiendo el Gobierno de Vicente Álvarez Areces en torno a Covadonga y los Lagos tendrá en unas semanas dos piezas más: la senda peatonal y cicloturista de Muñigu a Covadonga y la pasarela peatonal de Muñigu. Esta última infraestructura está prácticamente lista, pero el Ejecutivo regional ha preferido aplazar su apertura hasta dentro de unas semanas, cuando finalicen las obras de la senda de Muñigu.

El paso elevado de Muñigu sobrevuela la carretera AS-262 (Sotu Cangues-Covadonga) y une el aparcamiento ecológico de Muñigu (anteriormente conocido como de Llerices) y la senda a Covadonga y la parada de autobús situada en la margen derecha del vial, en dirección al santuario. El puente de Muñigu evitará las frecuentes retenciones que se producían en la zona por la parada y el cruce de autobuses. La pasarela, de 120 metros de longitud y 3 de ancho, costará 728.000 euros.

La senda peatonal de Muñigu a Covadonga está también muy cerca de hacerse realidad; eso sí, con un año y medio de retraso sobre las previsiones iniciales (la obra comenzó en octubre de 2008 y tenía un plazo de ejecución de 12 meses). La nueva infraestructura costará 1,3 millones, tendrá 3 metros de ancho y una longitud de unos 1.700 metros, buena parte de los cuales están situados en el interior del parque nacional de los Picos de Europa.

No será ésta la última pieza del puzle. El consejero de Medio Ambiente, Francisco González Buendía, anunciaba hace sólo unas semanas otro proyecto: la construcción de una vía peatonal sobre el río Güeña, entre la estación de autobuses de El Lleráu y el núcleo urbano de Cangas de Onís. El presupuesto, sólo en su primera fase, más de un millón de euros. El proyecto prevé construir una pasarela metálica de 31 metros de largo y 10,6 metros de ancho, que sustituirá a la actual pasarela de madera que cruza el cauce. Además se peatonalizarán la calle Ramón Prada y parte de las calles Río Güeña y El Fondón. La promesa de González Buendía fue clara: la pasarela del Güeña entrará en servicio «para el verano».

El plan a los Lagos, que inicialmente recibió severas críticas por parte de un sector del empresariado local, parece plenamente consolidado. Entre los logros, que han disminuido prácticamente a cero los atascos que antes de su aplicación se registraban en la zona. Al otro lado de la balance, la indefinición del futuro de la finca de Les Llanes, situada bajo la basílica y adquirida por el Gobierno del Principado para (según los planes iniciales) habilitar en ella un aparcamiento, un centro de recepción de visitantes, un elevador panorámico a Covadonga, e incluso un tranvía de Arriondas a El Repelao. Aquellas infraestructuras, anunciadas a bombo y platillo por el Gobierno asturiano -con folletos y promesas de apertura en 2008 incluidas-, se quedaron en veremos hace un año, con la excusa del cambio de arzobispo en la diócesis de Oviedo. Ésa ya no vale.