Gijón, J. MORÁN

La construcción de un paso ferroviario subterráneo bajo la estación de Oviedo, según el modelo de Valladolid, podría ser la solución para que el AVE atravesara la capital del Principado mediante un nuevo trazado exclusivo de Alta Velocidad, que a la vez se extendería desde Lena hasta Gijón. Con ello se salvaría el requisito de que Oviedo no pierda la «centralidad» de sus instalaciones ferroviarias para el AVE, razón por la que Fomento ha descartado construir una nueva línea a través del centro de Asturias que, según el Ministerio, obligaría a desplazar la estación de la capital a otro emplazamiento.

Es decir, Asturias no podrá disponer entre Pola de Lena y Gijón de una línea exclusiva de Alta Velocidad y nueva construcción porque Fomento aduce, entre otras razones, que se ha de conservar la estación del Norte de Oviedo como parada del AVE. «Pero ese problema podría solucionarse del modo que se ha hecho en otras ciudades, en Valladolid, por ejemplo». La opinión procede de un ingeniero especialista en ferrocarriles consultado por LA NUEVA ESPAÑA y que pide anonimato. «Al Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) no le gusta que nadie vinculado directa o indirectamente a él exprese su opinión; impone silencio a los profesionales y hay cerrojazo».

Respecto a Asturias, el Ministerio de Fomento afirma en sus documentos que la necesidad de mantener la centralidad de la estación de Oviedo es la causa de que el futuro trazado Lena-Oviedo-Gijón reutilice buena parte de la vía existente, en lugar de construir un corredor enteramente nuevo y exclusivo. «Pero esa justificación no es creíble, además de que a ninguna ciudad de España, ni a ninguna comunidad autónoma, se le ha ofrecido una línea de AVE que ha de servir a la vez para trenes de Alta Velocidad, de mercancías, de cercanías y regionales, como va a suceder en Asturias», añade el citado experto.

Otras opiniones tomadas por este periódico en ámbitos ferroviarios discrepan de las soluciones asturianas del AVE, comenzando por la previsible instalación de tres raíles (el «triple hilo») en la Variante de Pajares, que «dificultará la operatividad y circulación en la línea», al ser usada a la vez por trenes de ancho internacional (los AVE o similares) y de ancho español, los convoyes mercantes.

A esta postura contraria a la solución prevista en la Variante se suma ahora la opinión de que es discutible la alternativa Pola de Lena-Gijón, cuyo «Estudio informativo» acaba de iniciar el trámite de evaluación de impacto ambiental. «Las ciudades que han desplazado su estación del AVE desde el centro urbano a la periferia son habas contadas», comenta el referido experto. Es el caso de Burgos o Segovia, «que ya lo están lamentando, porque todas las ciudades quieren el tren donde está, en su estación histórica y céntrica», agrega.

En consecuencia, que Oviedo siga teniendo su actual estación y que por ella pase el AVE, «es lo normal, pero Fomento y el Adif lo utilizan de disculpa para proponer en Asturias una infraestructura ferroviaria de AVE que no hay en ninguna parte de España», es decir, que recicle vías existentes y que sirva para todo tipo de trenes. La solución adoptada en otras ciudades es compleja y costosa. «Valladolid será atravesada por el AVE mediante un túnel subterráneo de casi cinco kilómetros de longitud porque nadie ha dudado de que los trenes sigan parando en la estación de Campo Grande».

¿Es esa solución trasladable a la ciudad de «La Regenta»? «Oviedo ya tiene resuelto el soterramiento mediante la operación "Cinturón Verde", lo que significa que los AVE pueden pasar por el centro de la ciudad sin mayores afecciones». Sin embargo, si todo el trazado Lena-Oviedo y Oviedo-Gijón fuera de nueva construcción para el AVE, «habría que resolver la entrada de los trenes de Alta Velocidad en la estación del Norte y ahí sí puede entrar en juego el "triple hilo"».

Es decir, el estudio informativo de fomento habla de un nuevo trazado entre Lena y Soto de Rey, una variante del pasillo ferroviario existente. «Esta variante tendría que llegar más al Norte, a las inmediaciones de Oviedo, y con vías exclusivas de AVE». A continuación, en el punto de engarce de las nuevas vías con las actuales, «la instalación de un tercer carril en ancho internacional y con doble catenaria permitiría que el AVE entre y salga de Oviedo». Este «triple hilo», sería tan sólo de «unos tres kilómetros, lo necesario para atravesar Oviedo y hacer parada en la estación, esto es, entrar y salir de la estación con velocidad desacelerada; en esas situaciones, el "tercer hilo" es útil». Otra alternativa consistiría en que el AVE atravesara Oviedo no por el nivel actual de las vías de la Estación del Norte -cubiertas por la «losa»-, «sino por un nivel inferior, mediante soterramiento con tuneladora». Es la solución de Valladolid.

Tras superar Oviedo, el nuevo trazado exclusivo de AVE conduciría los trenes de Alta Velocidad hasta Gijón, ciudad a la que se accedería, «no a través de Veriña, que tiene una geometría de vía muy deficiente y que Fomento quiere conservar, sino por un nuevo canal de entrada la ciudad, más al Este».

Éstas serían algunas de las alternativas a la propuesta de Fomento. «No son sencillas, pues la ocupación del territorio es muy fuerte en Asturias; resultarían más costosas, pero ya podemos imaginar lo que está sucediendo con la introducción del AVE en Barcelona o en Gerona, y por supuesto, mediante vías exclusivas».

El citado estudio informativo de Fomento para la línea Lena-Oviedo-Gijón basa sus decisiones en tres «premisas básicas». La primera es que se obtengan «tiempos competitivos» entre Madrid, Oviedo y Gijón: «dos horas y media» a la capital del Principado y «tres horas» a la Villa de Jovellanos. «Son tiempos razonables, pero indican que la velocidad comercial -media- de los AVE de Asturias será inferior a la de los viajes a Zaragoza, Barcelona o Valencia», comenta el referido experto. «Madrid-Gijón podría realizarse en dos horas y media, si contamos con una velocidad comercial de 250 kilómetros por hora y sumamos dos o tres minutos por parada (Valladolid, Palencia, León y Oviedo).

La segunda premisa del Estudio Informativo de Fomento es la de obtener «la mayor utilidad posible» de la vía, razón por la que la Variante de Pajares será para viajeros y mercancías, lo mismo que la línea Lena-Oviedo-Gijón, en la que también los «servicios de cercanías obtendrán mejora de frecuencias y tiempos de viaje en los principales recorridos».

El Ministerio de Fomento distingue en sus prescripciones entre una LAV (Línea de Alta Velocidad) y una LAP (Línea de Altas Prestaciones), de tráfico mixto. «Pero Lena-Gijón, ¿qué es? ¿Una LTT, Línea para Todos los Trenes?», bromea el experto consultado por este periódico. El problema reside en que «es un desperdicio meter un tren de cercanías a circular por una vía de Alta Velocidad, del mismo modo que una línea de Alta Velocidad por la que también vayan a circular cercanías y mercancías ha de tener características que desvirtúan la circulación del AVE».

El trazado Lena-Oviedo-Gijón que Fomento quiere para Asturias ha sido como el «ya que» que se le dice al albañil. «Ya que está usted arreglándome la cocina, míreme por favor esta grieta, y este zócalo suelto, y estas baldosas rotas...». Es decir, el Ministerio construye la línea del AVE hacia Asturias, pero al llegar a Pola de Lena el Principado y la Federación Socialista Asturiana (FSA) le dicen que, aprovechando el viaje, se mejore el tráfico de mercancías y de cercanías. El resultado será algo que si acaeciera en Barcelona pondría a la Generalitat a incendiar (más) la Moncloa: trenes AVE circulando detrás de un convoy de cercanías que sale para Cerdanyola del Vallès, o de un tren con cemento clinker. Otra condición del Gobierno regional y de la FSA ha sido el respeto a la estación de Oviedo, tal vez porque De Lorenzo agita como nadie el sentimiento del cerco.

Todo ello sumado nos arroja a una futura línea del AVE que reutilizará gran parte de un trazado, no del siglo pasado, sino del anterior, del XIX; y a una combinación de tráficos y trenes inédita en España. Pero con las dos partes satisfechas, la ministerial y la oficial asturiana, lo que se nos viene encima es verdaderamente intranquilizador. La mejora de mercancías y cercanías y la centralidad ovetense, aunque razonables, han sido admitidas como dogmas inquebrantables, pero a costa de que Asturias carezca del mismo AVE que el resto de España. El propio «Estudio informativo Lena-Gijón» es cortísimo en este punto. A pesar de su nombre, carecemos de información y de estudios sobre la efectividad de cada alternativa. Es la plasmación de unos dogmas, de unos axiomas dados por buenos. Y el resto es silencio.