Oviedo, Luján PALACIOS

El regreso a la política activa de Francisco Álvarez-Cascos como candidato del Partido Popular en Asturias para las próximas elecciones regionales sería «muy bueno para Asturias y buenísimo para el partido». Ésa es la opinión de Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, quien tiene muy claro que el ex ministro de Fomento sería la mejor alternativa para la región, además de un impulso importante para el PP. Aguirre se manifestó públicamente en favor de que «Paco Cascos dejara la tranquilidad de esa vida que tiene ahora, dedicada al arte y a su profesión, y volviera a la política como candidato en Asturias».

La apuesta de Aguirre por Cascos se produce precisamente en medio de una discreta toma de posiciones en el seno del PP asturiano a favor y en contra de una eventual candidatura del que fuera vicepresidente del Gobierno con José María Aznar. Por un lado, está la actividad de quienes han firmado un manifiesto (rubricado ya por los doce alcaldes populares de Asturias) para exigir a Mariano Rajoy, líder nacional del partido, que postule a Cascos como candidato en el Principado. Frente a ellos, un sector de juntas locales, entre ellas las de Gijón y Avilés, se mueve para intentar conformar una candidatura alternativa.

Aguirre echó ayer un poco más de leña al fuego preelectoral asturiano al asegurar que «veo a Cascos más por la labor ahora que hace un par de años». La presidenta madrileña afirmó ayer en una entrevista radiofónica en la Cadena Ser que ha hablado con el ex ministro y «no me ha dicho ni que sí ni que no, porque menudo es Álvarez-Cascos; no se quiere manifestar». Pero aun así, Aguirre se muestra convencida de que el asturiano se lo está pensando y «sería muy bueno para Asturias». «Yo tengo algunas vinculaciones con la región», subrayó en alusión a las raíces pravianas de la familia de su marido.

Aguirre también recordó los tiempos de Cascos como responsable del Ministerio de Fomento y habló del «primer verano que salimos del Gobierno, que las autopistas asturianas estaban paradas, con puentes que iban a unir tramos y no unían nada, y había cartelones que decían que "con Cascos ya hubiéramos llegado". Creo que su vuelta es buena para Asturias, buenísima para el PP y bueno para España», apostilló la dirigente madrileña antes de celebrar los actos del día de su comunidad. La presidenta de la Comunidad de Madrid también habló de otros asuntos de actualidad, como el «caso Gürtel», y aseguró que «la corrupción es algo consustancial a las instituciones» por eso «requiere una respuesta política desde el primer momento» tal y como, según dijo ella, ha hecho en Madrid. «Aunque les pese a mis adversarios, en los miles de folios del sumario (del "caso Gürtel") mi nombre sólo aparece una vez y es para insultarme y decir que les impedía hacer sus negocios. Eso es lo que pasa, y la gente lo sabe perfectamente, y yo he cortado todas las cabezas de todos aquellos que pudieran estar supuestamente implicados en esto», sentenció.

Respecto a los presuntos espionajes realizados a algunos políticos en el ámbito madrileño, Aguirre aseguró con contundencia que «nadie ha espiado a nadie». Así, al concretar en los supuestos seguimientos al vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, la jefa del Ejecutivo autonómico explicó que «por el posicionamiento de los teléfonos móviles se ha demostrado que nadie estuvo nunca en casa de Cobo».

«Esto se ha demostrado con toda claridad, porque es que vive fuera de Madrid, en Pozuelo, y no hay ni una sola llamada», argumentó Aguirre, quien emplazó, por tanto, a conocer «lo que digan los tribunales, y si alguien ha hecho algo incorrecto, caiga sobre él todo el peso de la ley».