Oviedo / Burgos,

José A. ORDÓÑEZ

Francisco Álvarez-Cascos aseguró ayer que los estudios informativos de los tramos del AVE Pola de Lena-Gijón y León-La Robla acumulan un retraso que «ni tan siquiera se puede cuantificar», por cuanto, según dijo, «los estudios informativos se están redactando con seis años de retraso». El ex ministro asturiano de Fomento, que intervino en la convención que el PP de Castilla y León celebró en Burgos, añadió que, «además de estos retrasos considerables, de tres años en el caso de la Variante, los gobiernos socialistas del Principado y de España están intentando prostituir la línea de Alta Velocidad, introduciendo un tercer carril para mantener el ancho ibérico, es decir, permitir la circulación de trenes convencionales -de mercancías y de pasajeros- por un corredor de Alta Velocidad, es decir, de ancho internacional».

El ex ministro subrayó que los gobiernos del PP «diseñaron una red de AVE en ancho europeo para unir todas las capitales españolas», mientras que, a su juicio, «el PSOE ha consagrado una España hemipléjica, de dos velocidades ferroviarias, incapaz de generar cohesión territorial y progreso en nuestro sistema productivo».

En una ponencia titulada «Las infraestructuras como oportunidad», el político gijonés, que fue vicepresidente del Gobierno con José María Aznar, afeó a los dirigentes socialistas que «se fotografíen en Valladolid delante de los trenes de Alta Velocidad y presuman de la cuantía de las inversiones ejecutadas en seis años, cuando la realidad es que corresponden en su totalidad a obras licitadas por el PP». Para Álvarez-Cascos, «la pregunta que deben contestar los socialistas y que nunca contestan es: ¿cuántos tramos de obras nuevas han licitado y con cuánto retraso sobre la programación heredada?».

«La triste realidad es que la política de infraestructuras también está en crisis, como casi todo lo que depende del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, pero las infraestructuras no pueden detenerse», señaló Álvarez-Cascos. A su juicio, las obras «requieren antes que propaganda y marketing, la movilización de los máximos recursos disponibles, tanto públicos como privados». Y, a este respecto, criticó con dureza el plan extraordinario de inversión público-privado anunciado por el Gobierno el mes pasado. «No es un plan porque no detalla ninguna actuación concreta; no es extraordinario porque, al parecer, incorpora actuaciones ya programadas que marchaban retrasadas, y la cuantía para obra nueva es muy reducida. Por tanto, es otro artificio milagroso basado en el marketing mediático, porque suma 17.000 millones de euros sin que se conozcan los sumandos un mes después de presentado, detalle curioso que lo convierte en un fenómeno único en el campo económico de la planificación», indicó el ex ministro.

Tras mostrar su preocupación porque el plan «se financiará con cargo a ejercicios lejanos, lo que constituye una amenaza para la capacidad de maniobra de futuros gobiernos», Francisco Álvarez-Cascos advirtió del «riesgo de farsa en las promesas que el Gobierno actual está realizando» y defendió «las elecciones como oportunidad para cambiar el rumbo de España».

En lo referente a autopistas y autovías, el político gijonés aseguró que el Gobierno del PP puso en servicio 614 kilómetros y dejó iniciados 311. Tras recordar que su Gobierno anuló el proyecto de peaje del tramo Benavente-León, acusó al PSOE de borrar todos esos logros con el objetivo de apropiárselos».