Oviedo, L. Á. V.

El primer fascículo de la colección «Asturias bajo el franquismo», que se entregará mañana, domingo, a los lectores de LA NUEVA ESPAÑA aborda un resumen de las cuatro décadas del régimen en la región, que se abren con el final de la Guerra Civil en Asturias, en octubre de 1937, año y medio antes que en el resto del país. En esta primera etapa, que cabe prolongar hasta el año 1945, tiene lugar la consolidación del nuevo régimen bajo el control de Francisco Franco, con un peso especial de la represión de los elementos republicanos y el esfuerzo de reconstrucción de un país que había quedado arrasado tras tres años de duros combates.

La alineación con las potencias del «Eje» motivará el aislamiento del régimen a partir del final de la Segunda Guerra Mundial y el inicio de la llamada etapa de autarquía, que obliga a Franco a volcarse en los recursos propios y a desarrollar una industria nacional. En este contexto nace Ensidesa, que marca el inicio de cambios sustanciales en Asturias, que se convierte en receptora de emigración y desarrolla el llamado «8 asturiano».

Debido a la crisis de finales de los años cincuenta, que obliga a una nueva oleada de emigración española al exterior, se pone en marcha el plan de estabilización, que marca el inicio de la llamada etapa del desarrollismo, marcada por una continuada mejora de las condiciones de vida de los asturianos. Paralelamente, surgen en la región los primeros movimientos de oposición al régimen, primero en el sector de la minería y luego en la siderurgia. La última etapa del régimen se abre en 1966 con su refundación a través de la ley Orgánica del Estado. Durante los últimos años del franquismo, se multiplica la inquietud entre obreros y estudiantes, y se asiste al nacimiento de grupos como ETA.