De todas formas, el nuevo modelo de financiación prevé para Asturias un ingreso adicional de 206 millones de euros para el próximo año, un ejercicio presupuestario que también precisará de recortes. Está por ver si las previsiones del Gobierno central y el autonómico de que la situación económica mejorará y volverá a la senda del crecimiento, aunque sea una recuperación tímida, se cumplen. El presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, reconoció ayer la necesidad de contraer el gasto corriente y de realizar sacrificios para mantener el llamado Estado del Bienestar: «Es indudable que esta crisis exige ajustes y que la caída de los ingresos de las administraciones públicas han provocado minoración en los sistemas de funcionamiento del Estado del Bienestar», declaró.

Areces espera que los sacrificios no afecten exclusivamente a los colectivos perjudicados en esta primera fase, tales como los pensionistas y los funcionarios. «Espero y deseo que afecten sobre todo a los que más tienen», declaró Areces, dejando entrever que, al igual que el líder de la FSA, Javier Fernández, también es partidario de una reforma fiscal que grave especialmente a las rentas más altas.

El Gobierno asturiano lleva ya tiempo reduciendo la generación de empleo en el sector público, uno de los capítulos sobre los que el ejecutivo central plantea basar buena parte del ahorro corriente con medidas como reducir la tasa de reposición de las plazas que quedan vacantes en la administración.

De hecho, los sindicatos de la región se han quejado intensamente en los últimos meses de la baja oferta de empleo público aprobada por la administración regional, de la tardanza en cubrir las bajas y de la escasa reposición del personal que se jubila. Además, parte de los sindicatos de la función pública como USIPA y CSIF, entre otros, reprochan al Principado que reduzca empleo público de base mientras incrementa la nómina de jefaturas y cargos de confianza en el organigrama de la administración, que encarecen la factura de personal porque se trata de sueldos muchos más altos.

Desde el Ejecutivo regional, en cambio, se sostiene que el organigrama de la Administración autonómica es el necesario tras la progresiva asunción de competencias de los últimos años. Asturias ha asumido más de un centenar de transferencias desde el inicio del estado de las autonomías.