Oviedo, J. A. ARDURA

La crisis económica ha obligado a las autonomías y al Gobierno central a cambiar sus estrategias y modificar sus mensajes a marchas forzadas. Si hace ahora un año, Estado y autonomías regateaban euro a euro el nuevo reparto de los dineros públicos y peleaban por el mayor trozo posible de la tarta del llamado «fondo adicional» -del que a Asturias percibirá este año 175 millones de euros- el discurso ha cambiado sobre la marcha hasta el punto de que el Principado tendrá que recortar su presupuesto de 2010 en una cantidad incluso superior a la que recibió de más con la nueva financiación. La crisis ha pinchado el «balón de oxígeno» que suponía para todas las autonomías el nuevo fondo adicional y que tanto costó cuadrar a Pedro Solbes y a su sucesora al frente del Ministerio de Economía, Elena Salgado.

El Principado, como el resto de autonomías, esperan conocer en cuestión de semanas el importe del nuevo ajuste que deberán acometer por exigencia de la Unión Europea. De momento, el primer «tijeretazo» que se conoció en marzo pasado fue de 149 millones de euros. El segundo quizá sea menor pero elevará el recorte total, con toda seguridad, por encima de los 200 millones, según las extrapolaciones de las cantidades que recortó el Ministerio de Economía en su primer ajuste. El presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, manifestó días atrás que el escenario definitivo del recorte se conocerá en la primera quincena de junio, cuando vuelva a reunirse el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Entre tanto, la consejería de Jaime Rabanal rastrea en las 6.000 partidas del presupuesto regional para determinar dónde queda margen para el ajuste, aunque el gasto corriente en personal y el redimensionamiento del sector empresarial público se presumen como objetivos prioritarios en un presupuesto regional 4.428 millones, 4.600 si se tiene en cuenta el consolidado (incluyendo las empresas públicas), que ahora menguará.

El consejero de Economía ya vislumbraba a finales del año pasado que la compleja negociación del presupuesto regional con los socios de IU no pondría fin a sus quebraderos de cabeza. No obstante, al presentar los presupuestos para 2010 no dudó en manifestar que la elaboración del mismo, ahora ya muy desfasado como consecuencia de los imprescindibles ajustes, «hubiese sido mucho peor» sin la financiación adicional del Estado.

Y es que el Gobierno central presentó el fondo adicional de 11.537 millones de euros incluido en la nueva financiación autonómica como el «caramelo» que compensaría a las regiones, acuciadas ya entonces por la más brusca caída de ingresos desde que existe la España de las autonomías. Sin ir más lejos, Asturias prevé una mengua de sus ingresos fiscales en unos 350 millones para este año. Pero ahora ha llegado Bruselas con la rebaja, ha dado orden de frenar con urgencia el déficit público en España y el «extra» de nueva financiación quedará en nada.