El secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE), Javier Fernández, se ha mostrado hoy "convencido" de que el Gobierno, una vez aprobado el ajuste del gasto público que ha obligado a tomar medidas "dolorosas", apostará por una reforma fiscal que grave a las rentas más altas.

Fernández ha hecho estas afirmaciones en rueda de prensa tras la reunión de la Comisión Ejecutiva Regional de la FSA-PSOE en la que se han estudiado las medidas anunciadas en el Congreso por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Para el dirigente socialista asturiano, en el seno del PSOE existe el criterio "unánime" de que la respuesta a la crisis debe ser "más equitativa" y afrontar la reducción del déficit público también por la vía de incrementar los ingresos del Estado "y que quienes tienen más realicen también un mayor esfuerzo".

A su juicio, la "carga" de la crisis económica más profunda de los últimos ochenta años se debe afrontar de manera "más equitativa" para que sus "paganos" no sean únicamente los pensionistas y los empleados públicos, colectivos con los que los socialistas, ha afirmado, tienen "especial sensibilidad".

No obstante, ha considerado que una reforma tributaria de carácter estructural que conlleve un incremento de la presión fiscal para las rentas más altas "no puede hacerse de un día para otro", pero ha dicho estar convencido de que el Gobierno "va a ir por esa dirección".

Fernández ha reiterado además sus críticas a la postura "demagógica" del PP al rechazar las medidas de recorte anunciadas por Zapatero a pesar de que son muy similares a las adoptadas en todos los países de la zona euro, así como en el Reino Unido.

"Lo que no existe es ningún país que se esté planteando reducir los impuestos, sólo (Angela) Merkel lo dijo en campaña y lo ha congelado", ha advertido el secretario general de la FSA-PSOE antes de subraya que la rebaja fiscal que plantea el PP tendría para las arcas públicas un coste mayor que el recorte del gasto anunciado.

En cuanto a la incidencia de estas medidas en la administración autonómica, Fernández ha abogado porque sus consecuencias se adopten "de la forma más equitativa posible" y porque Izquierda Unida, socio de gobierno de la FSA-PSOE, siga actuando "con el mismo nivel de responsabilidad que hasta ahora" al margen de tensiones "puntuales".

El dirigente socialista se ha mostrado además esperanzado en que la reforma laboral que plantea el Gobierno se lleve a la práctica con el consenso de empresarios y sindicatos y en que éstos no convoquen finalmente una huelga general "que no es buena para el país". EFE