Oviedo, R. L. M.

Un buitre leonado ha aparecido muerto en Villamanín, en León, y con signos de envenenamiento. El ejemplar había sido marcado por el FAPAS (Fondo Para la Protección de los Animales Salvajes) en abril de 2009. Este «mal dato» ha venido a engrosar la teoría que mantiene el presidente del FAPAS, Roberto Hartasánchez, que siempre ha denunciado que la comunidad vecina no trabaja en materia de conservación como se hace en Asturias.

Unos excursionistas se toparon con el cadáver del animal. Ellos mismo dieron aviso al Seprona y ahora será la junta de Castilla y León la que tiene que llevar a cabo los análisis de los restos para garantizar, al cien por ciento, que murió por envenenamiento. El FAPAS asegura que el buitre no tenía ningún signo de heridas, con lo que da por hecho que fue víctima de uso de venenos. El FAPAS había marcado al buitre en el comedero de los Navaliegos, en Asturias, a unos 45 kilómetros de donde fue encontrado sin vida. El buitre leonado es uno de los emblemas de la conservación en Asturias. En los años 80, esta especie se encontraba al borde de la extinción, pero un proyecto del FAPAS consiguió que la población se recuperase gracias a una lucha que tenía como objetivo principal acabar con el uso de veneno en el monte.