Oviedo, Raquel L. MURIAS

Son funcionarios y mileuristas. Y no son los únicos del gremio que cobran poco más de mil euros al mes, por eso les ofende y les cabrea que «mucha gente piense que nos estamos haciendo ricos detrás de una ventanilla con un horario de ocho a tres», explican Francisco Muñoz, Herminio García y Luis Antón González, tres funcionarios con los que LA NUEVA ESPAÑA ha sondeado cómo les afectará el recorte medio del 5 por ciento en los sueldos de los empleados públicos. Así ven las últimas medidas económicas.

l Francisco Muñoz Morales. Ovetense, 45 años. Funcionario. Es profesor de Secundaria en el Instituto de Salinas. Consiguió la plaza fija hace dos años. Ahora cobra 1.500 euros al mes, pero durante varios años estuvo a media jornada cobrando 900 euros brutos. Da clases de Geología y Biología, pero nunca había visto una bacteria que sólo atacase a los trabajadores públicos y, de repente, se la ha plantado en la cara Zapatero. «Estuve opositando desde que tenía 26 años, formándome, pagando cursos que no te subvenciona la Administración y muchos años a media jornada», explica. Recuerda que no hace muchos años, casi a punto de desistir de lo que verdaderamente le gusta -«enseñar»- opositó para unas plazas de bedel, en Oviedo. «Recuerdo que de los doce que pasaron la criba eran todos abogados, licenciados universitarios», concreta. «Levantarse por la mañana escuchando al presidente del Gobierno anunciando que te recortan el sueldo cuando hace sólo dos años que tienes el trabajo asegurado después de tanta lucha, duele», apostilla.

l Herminio García. Técnico de investigación. Ovetense, forma parte de la plantilla de personal laboral del Estado. Lleva 23 años en su puesto de trabajo en el Instituto del Carbón, el centro del CSIC en La Corredoria. Cobra 1.100 euros al mes. «Y hasta 2008 cobraba 800 euros», matiza. Pasa su jornada laboral, siempre más de ocho horas, entre probetas y matraces, con productos tóxicos y «en muchas ocasiones quedándonos a echar horas por la noche». Pero, a pesar de todo ello, «nunca he visto un euro ni por peligrosidad ni por nocturnidad», afirma. Explica García que es plenamente consciente de que si estuviese trabajando en una empresa privada cobraría más de lo que percibe ahora en la Administración. Cuando escuchó que le iban a bajar el sueldo, se sintió decepcionado. «No me lo esperaba, y menos de un Gobierno de izquierdas. Es muy injusto. Nosotros llevamos muchos años sin tener una subida salarial por encima del IPC, siempre por debajo. Y ahora somos los primeros en pagar las consecuencias de una crisis que nosotros no hemos creado», añade. Herminio García dice que a veces se mira en el espejo y se da cuenta de que «tengo cara de tonto, porque si estoy en esto está claro que es por afición. No porque me guste».

l Luis Antón González. Gijonés, compañero de fatigas de Herminio García. Técnico de laboratorio. Dos hijos. Asegura que si supiera que con los recortes se solucionaría el problema económico al que se enfrentan los españoles, aceptaría. «Lo que la gente tiene que saber es que no nos estamos haciendo ricos, que la mayoría de los trabajadores de las empresas privadas cobran más que nosotros», aclara. A Luis también le gustaría que la gente entendiese el «esfuerzo y las horas que tienes que dedicar para pasar un oposición». Luis asegura que es muy duro enfrentarse a estos recortes. «Es la primera vez en la historia que se bajan los sueldos de los trabajadores y a ver qué pasa».

Funcionarios y trabajadores públicos, mileuristas, damnificados por la crisis, con familias a su cargo, hijos, hipotecas, letras del coche, con horas extra a la espalda, sin pluses de nocturnidad ni de peligrosidad. Y a la espera de saber hasta dónde se les rebajará exactamente el sueldo, pues el Gobierno aún no ha dado detalles. «Que un Gobierno de izquierdas haga esto al trabajador...», lamentan los tres mientras pasean por Oviedo. «Nos dicen a los que nos dedicamos a la enseñanza que hay días en los que sólo damos clase cuatro horas, ¿es que los bomberos están apagando fuegos ocho horas al día? Tenemos mucho trabajo fuera de las aulas», reflexiona Francisco Muñoz.

Pasado mañana, jueves, acudirán a manifestarse en contra de los recortes salariales. La concentración, convocada por UGT, CC OO y CESIF se celebrará ante la Delegación del Gobierno en Oviedo. «Creo que a nadie debería alegrarle este ajuste en nuestros sueldos, esto es como un dominó, cuando cae la primera ficha...», alerta Herminio García, que hoy también echará horas de más en el laboratorio.