Oviedo, J. A. O. / P. G.

El consejero de Infraestructuras del Principado, Francisco González Buendía, anunció ayer que el Gobierno regional se dirigirá al Ministerio de Fomento para «velar» por las grandes obras en marcha en la región. Su objetivo es evitar que sufran «incidencias notables en su desarrollo», toda vez que, según indicó Buendía, José Blanco «se ha comprometido a estudiar la aplicación de los recortes anunciados obra por obra». Pese a todo, el Consejero celebró que la ejecución de la Variante «puede darse por garantizada», a la vista de las declaraciones del Ministro en la comparecencia parlamentaria del pasado miércoles.

El del Gobierno regional no será el único contacto que se produzca en los próximos días con el titular de Fomento para tratar sobre las obras de la región. El diputado asturiano del PP, Isidro Fernández Rozada, abordó a Blanco tras la comisión de Fomento del miércoles para pedirle una reunión que, en principio, y según indicó el propio Rozada, podría tener lugar a lo largo de la próxima semana, toda vez que el ministro se mostró dispuesto a recibirle en cuanto tuviera hueco en la agenda.

El recorte en la inversión y los retrasos en la obra pública desencadenaron ayer una catarata de reacciones en el Principado. El jefe del Ejecutivo autonómico, Vicente Álvarez Areces, subrayó que «Asturias tiene la ventaja de que sus grandes infraestructuras en ejecución dependen de obras contractuales, es decir, marcadas por relaciones entre el Gobierno y las empresas». Aunque reconoció que «es probable que algunas de ellas puedan tener alguna ralentización, algo que, evidentemente, no es para celebrar», indicó que «existe la certeza de que las infraestructuras asturianas se van a acabar». También desde el ámbito socialista, el secretario de Organización de la Federación Socialista Asturiana (FSA), Jesús Gutiérrez, aseguró que el partido se encuentra «pendiente de concretar el alcance de la ralentización en el conjunto de España para valorar si es lógica y proporcionada la de Asturias».

Frente a estas visiones en el PSOE, tanto IU, su socio de Gobierno en el Principado, como el opositor PP, lanzaron duras críticas a las medidas de Fomento y alertaron sobre las nefastas consecuencias que pueden provocar en los grandes proyectos de infraestructuras de la región. El coordinador de IU, Jesús Iglesias, calificó de «escandalosos, inasumibles e inaceptables» los recortes y auguró que «tendrán una incidencia negativa en el empleo». El dirigente de la coalición añadió que «Asturias, una comunidad autónoma que ha sido marginada por el Gobierno central durante décadas, mientras se ejecutaban las infraestructuras de otros, no puede aceptar ni asumir más retrasos sobre los ya acumulados». Y es que, según dijo, «la conexión ferroviaria con la Meseta debió de empezar a ejecutarse hace ya 30 años, y la Autovía del Cantábrico, de acuerdo con los compromisos que en su día asumió el ministro José Borrell, ya tenía que estar completada hace más de cinco años».

Las críticas a Blanco también resonaron ayer en la sede regional del PP, donde el presidente del PP, Ovidio Sánchez, anunció que su formación presentará una batería de preguntas en el Congreso para «conocer cuándo se van a a acabar de una puñetera» vez las obras en Asturias. «Estamos hartos de anuncios, monsergas y tomaduras de pelo; se están riendo de los asturianos», subrayó Sánchez, para quien «el AVE llegará a Lena con cuatro años de retraso sobre lo anunciado, y no estará en Gijón como pronto hasta 2020».

El popular aseguró que el Gobierno ha «engañado a los asturianos durante años» y acusó a Zapatero de incumplir todos los plazos.

Desde el ámbito sindical, Antonio Pino. secretario general de Comisiones Obreras (CC OO), apuntó que los retrasos anunciados por Fomento «suponen una mala noticia para Asturias y para salir de la crisis, ya que lo importante es generar empleo». Además, pidió a Areces que convoque una reunión urgente del Acuerdo para la Productividad el Empleo y el Bienestar Social en Asturias (ACEBA), para «ver si hay forma de contrarrestar el efecto de los recortes». La patronal guarda silencio a la espera de más detalles.