Este fin de semana, en Cangas de Onís, los había que se frotaban los ojos -los más incrédulos- y los había que hacían lo propio con las manos, a los que se podría incluir en el grupo de los más «guerrilleros». Y es que media cuna de la hispanidad esperaba con ganas la actuación estelar prevista dentro del programa de su Feria de Abril en la recta final de mayo. No era para menos. Carteles colocados en los más estratégicos puntos de la localidad anunciaban con gran despliegue tipográfico -como prueba, ahí está la imagen de la derecha- «la sensacional actuación en el gran festival de baile flamenco de Belén F. Fernández». Vamos, clavadita a nuestra viceconsejera defensora del medio ambiente, Belén Fernández, a la que en la zona le tienen ganas por el «marabayu» que ha montado con la normativa de pesca del salmón. Un deporte muy apreciado en la comarca. Pero la Fernández que meneó la bata de cola por el escenario por palos flamencos como los tientos y el taranto, poco se parecía a la consejera verde. Aunque, según la gente con veneno en la húmeda, a ésta no se le da nada mal lo del zapateado. Sobre todo si hay algún charco de por medio, ya sea suyo, o ajeno.

Otro al que le va la «fiesta» es a Ovidio Sánchez. El líder «pepero» anunció a través del gabinete de prensa del Partido Popular su presencia en el Carlos Tartiere para seguir en directo el Oviedo-Pontevedra. El afán mediático del presidente que puede cortar la cinta de la inauguración de la nueva era «casquista» tiene mosqueado a más de uno en la casa. ¿Será que no quiere perder comba, no vaya a ser que nadie pueda convencer a Cascos de la necesidad de su presencia?