Oviedo, Pablo GONZÁLEZ

La película del retorno de Francisco Álvarez-Cascos a la vida política como cabeza de cartel del PP asturiano en las próximas elecciones a la Presidencia del Principado añadió ayer un nuevo condimento al debate: los sondeos sobre la popularidad de los candidatos. El último episodio abierto en el debate versa en torno a la existencia, o no, de encuestas que analizarían los poderes de Álvarez-Cascos como candidato a encabezar la lista del PP en las próximas elecciones autonómicas (mayo de 2011) y, por supuesto, las preferencias de votantes y afiliados.

Según uno de estos sondeos, el ex vicepresidente del Gobierno cuenta con una ventaja de casi 92 puntos sobre el segundo candidato más valorado, Pilar Fernández Pardo, presidenta del PP de Gijón. La lista de candidatos que aparecen en el sondeo se completa con Joaquín Aréstegui, portavoz adjunto del Grupo Popular en el Parlamento asturiano y presidente del PP avilesino, y con el eurodiputado Salvador Garriga. Fuentes del PP aseguran que no hay ninguna encuesta oficial hecha en Asturias para valorar candidaturas y achacan la citada anteriormente a un sondeo realizado por algunos diputados regionales afines a Álvarez-Cascos al que restan validez al desconfiar de que se haya elaborado siguiendo parámetros científicos. Por contra, quienes esgrimen los sondeos hablan de 25.000 consultas. Incluso los más cercanos a Álvarez-Cascos aseguran que éste ya se ha puesto manos a la obra ante un traslado a Asturias.

Entre medias, algunas fuentes señalaron ayer, tal y como recogió «Europa Press», que la dirección nacional del partido habría incluido a Álvarez-Cascos en una encuesta que Génova encargó en marzo, que habría arrojado un resultado discutible para Cascos que, no obstante, habría mejorado su valoración en un sondeo elaborado este mismo mes. Pero aunque los porcentajes de asturianos que votarían a Álvarez-Cascos como presidente del Principado crecen según estos sondeos, la victoria popular en Asturias aún se resistiría. Mientras, fuentes del PP regional y otras próximas al partido aseguran que en Génova «no hay encuestas» de momento y que la intención es incluir a Cascos en las que se vayan a hacer en el futuro. Todo por conocer con qué intención de voto cuenta en el Principado de Asturias. En otro extremo se sitúan algunas informaciones achacadas a miembros de la dirección nacional que señalan que las encuestas realizadas hasta ahora en Madrid no arrojarían resultados muy favorables a Álvarez-Cascos y que la mejoría experimentada en general por el PP en los sondeos se debe a las antipopulares medidas anticrisis adoptadas por el Gobierno de Rodríguez Zapatero.

Así las cosas, y sin confirmación oficial, el «culebrón» Cascos parece haber desembocado en un intercambio de valoraciones sobre sondeos. Hay posiciones para todos los gustos. Hay quien niega que existan sondeos, quien asegura que los han hecho los casquistas a su medida e interés y quien dice que los hizo Génova. Estos últimos se dividen incluso entre quienes aseguran que son favorables a Cascos y los que afirman que no es así.