Oviedo, José Luis SALINAS

Juan de la Mota es el presidente del Pacto Mundial, un organismo que depende de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y que persigue difundir la responsabilidad social entre las empresas españolas. De la Mota fue consejero delegado en España de la agencia de calificación Standard and Poor's y vicesecretario general del Ministerio de Economía. Recientemente visitó Oviedo para firmar la adhesión al Pacto Mundial del Club de la Calidad y de otras treinta y tres compañías de la región.

-¿Deben invertir las empresas españolas en políticas de responsabilidad social con la actual crisis económica?

-Sí, porque en tiempos de crisis una de las cuestiones fundamentales para salir de ella es reconstruir la confianza y credibilidad en las empresas, en los mercados, instituciones públicas? Y la responsabilidad social corporativa va de eso.

-¿Quién debe hacer esa reconstrucción?

-Toda la gente que tiene relación con una empresa. Hablo de instituciones públicas, clientes, empleados, proveedores... Todos aquellos que tienen interés en hacer las cosas bien y con ética, y en que lo que está haciendo aporte bienestar vía productos y servicios, y se trabaje de manera transparente. Hay muchos que lo intentan, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Hay numerosas empresas que se gastan mucho dinero en estas cosas pero que no saben llevarlas a la práctica. La excelencia es una cosa a la que sólo llegan unos pocos, no lo alcanza cualquiera. Hay que tener recursos, capacidades, gente con preparación adecuada, voluntad?

-Para usted, que dirigió Standard and Poors, ¿qué importancia tienen las políticas de responsabilidad social a la hora de calcular la solvencia de una empresa?

-Cada vez más, vemos que los analistas financieros y de mercado miran la responsabilidad social de las empresas y de los países como algo importantísimo para sacar conclusiones de todo tipo: hay que comprar o vender esto o aquello, esto vale más o menos. Los analistas no sólo miran los riesgos, los números, sino también la credibilidad o los productos de una empresa para poder tomar decisiones financieras.

-¿Ha perdido credibilidad la economía española?

-Ha habido un agencia de «rating» que la ha bajado de tres aes a dos aes. Pero las dos aes siguen estando al alcance de muy pocos. Es como el que baja de una nota de 10 a una nota de 9.

-Después de la decisión de S&P de rebajar la calidad de la deuda española, muchos han criticado el trabajo de este tipo de agencias. Puntualizaron que fueron las mismas que calificaron muy alto productos como las «hipotecas basura».

-En una crisis como ésta, la más importante desde 1929, se mira alrededor y se busca qué ha funcionado bien y qué no. Y uno de los culpables fáciles de identificar son las agencias de «rating». La gente entiende que han fallado muchas cosas, pero es infantil pensar que los fallos de las agencias de «rating» han conducido a las economías de todo el mundo a donde están ahora. Es infantil o malintencionado.

-Pero fallaron con las hipotecas basura.

-No sólo fallaron las agencias de «rating». A la hora de observar los mercados y las economías hay mucha gente mirando. Y las hipotecas basura no las vieron ni las agencias de rating, ni los reguladores, ni los supervisores, ni los bancos de inversión, ni los gobiernos, ni los departamentos de análisis de ningún sitio. ¿Quién en aquel momento podía pensar que íbamos a tener una crisis como la del año veintinueve? Las agencias de rating no tienen una bola de cristal.

-¿Ha iniciado ya España el camino de la recuperación?

-En esta crisis, mientras los demás tienen un catarro, nosotros tenemos una pulmonía. Debemos sanear las finanzas públicas, sanear los sistemas financieros y hacer que las economías crezcan para lo que hay que hacer reformas en cosas que deberían funcionar mejor como el mercado laboral, el de la energía, la enseñanza, innovación? que nos ayuden a competir en un mundo global y en el que ahora estamos en clara desventaja. Antes parecía que España destacaba en el mundo económico positivamente, pero ahora lo hace de forma negativa. En las cuestiones básicas hemos perdido competitividad y eso hay que enmendarlo.

-¿Cómo valora los recortes está anunciando el Gobierno?

-Ayudan a sanear las finanzas públicas, pero no debemos de pensar que eso sea sólo lo único que debemos de hacer. El tiempo lo dirá, pero posiblemente harán falta más medidas. Si se hacen temprano mejor que tarde.

-Siempre se nos había dicho que España tenía un sector financiero bastante saneado...

-El sistema financiero ha sido sólido, pero hoy en día hace falta una labor de reconstrucción con las cajas. Son la mitad del sistema.

-¿Las medidas que está adoptando Europa son las adecuadas?

-Las economías europeas también tienen problemas, pero salvo excepciones tienen menos problemas que la española. Parece que todas están en mejor posición.

-Pero, todas las grandes también están anunciando recortes.

-Todos están trabajando en reforzar la solidez de la economía, pero la tarea nuestra es mucho mayor que la de ellos.

-¿Con esta crisis ha quedado en entredicho la solidez del euro?

-Sí, naturalmente. La debilidad de varias economías del sur de Europa ha afectado al área euro. Por eso se tuvieron que tomar medidas de apoyo.

«El peligro de las hipotecas basura no lo vieron las agencias de "rating", pero tampoco los reguladores, los bancos, los gobiernos ni los departamentos de análisis de ningún sitio»