Coaña, P. G. / R. L. M

Salvador Méndez, alcalde del concejo de Coaña (PP), uno de los municipios que mayor crecimiento empresarial y urbanístico ha registrado en el Occidente en los últimos años, asegura que su ayuntamiento no debe nada a los bancos pero tendrá que ajustar los servicios y recortar personal a la vista de las restricciones crediticias.

Sostiene que el Ayuntamiento ha logrado sortear hasta ahora estos tiempos de crisis sin tener que recurrir a los créditos. La clave, bien sencilla: «Financiamos las obras con lo que cobramos de los impuestos y principalmente con las licencias de obras», apostilla Méndez, pero ahora «hay muchas menos licencias, y aunque no tenemos pensado solicitar ningún crédito estábamos tranquilos, porque sabíamos que si teníamos que acudir a los bancos para mantener los servicios podíamos hacerlo», explica Méndez. Eso era hasta esta semana. Ahora Zapatero le ha quitado a Coaña el colchón en el que pretendía tumbarse si la cosa empezaba a pintar mal. Y pintó mal. «Esto no ha hecho más que empezar», asegura el regidor coañés. Ahora toca echar cuentas, y a Méndez no le parece justo que la congelación del crédito municipal sea igual para los que deben millones a las entidades bancarias y para los que no tienen ninguna deuda contraída, como es su caso. «Aquí vamos a pagar justos por pecadores», remata. Méndez no duda de que «vamos a tener que recortar servicios y a hacer un ajuste de personal. Es lo que tenemos que hacer y lo que tendrán que hacer muchos ayuntamientos». «Estamos adelantando mucho dinero en pago de nóminas, como, por ejemplo, en ayuda a domicilio, o el 15% que adelantamos para las obras del "plan E". Nosotros pagamos, no tenemos deudas y ahora nos niegan el crédito. ¿Qué será lo próximo?».