Secretario de Estado para la Unión Europea del Ministerio de Asuntos Exteriores

Oviedo,

María José IGLESIAS

Diego López Garrido (Madrid, 1947), secretario de Estado para la Unión Europea, el hombre que «pone cara» a España en Bruselas, visitó Asturias la pasada semana para acudir a los actos del «Día marítimo europeo», celebrado en Gijón. A priori, este ex alumno del Colegio del Pilar de Madrid, licenciado en Derecho por la Complutense y en Empresariales por ICADE, tenía todas las papeletas para defender otra ideología. Pero la izquierda se cruzó en su camino. Tiene escaño en el Congreso desde 1996. Su trayectoria comenzó en Izquierda Unida. Desde allí desembarcó en el PSOE. Además de político, López Garrido, catedrático de Constitucional en la Universidad de Castilla-La Mancha, es uno de los juristas españoles con mayor prestigio en Europa.

-¿La crisis ha descafeinado la Presidencia española?

-A la Presidencia española le ha tocado encarar la situación más difícil de la Unión Europea en 50 años. Ha sido necesario articular medidas para resolver situaciones económicas muy complejas, como la de Grecia, que no han sido generadas por España. La crisis surgió en Estados Unidos. España y la Unión Europea han estado a la altura de las circunstancias. No se recuerda una crisis parecida en la historia.

-¿El euro ha quedado herido de muerte?

-Los problemas financieros que ha tenido Grecia han corrido el riesgo de contagiarse al resto de los países. La Unión ha respondido con contundencia con mecanismos de defensa: un fondo de previsión con 750.000 millones de euros. Eso nos ha fortalecido a todos. Es cierto que el euro ha estado en riesgo, pero el apoyo que ha recibido por parte de los estados no se discute. Esa coordinación de las políticas presupuestarias está en el haber de la Presidencia española. Hemos respondido con contundencia al mayor ataque especulativo que ha recibido el euro a lo largo de su historia.

-¿Puede sobrevivir Europa sin articular una unión económica real?

-Europa hizo la unión monetaria, pero aún no ha hecho una unión económica, que significa coordinar políticas y estrategias de crecimiento como la «Europa 2020», que estamos diseñando. Es fundamental articular una economía común, que es diferente a la unión monetaria.

-De paso, tampoco vendría mal una política exterior cohesionada.

-Se están dando pasos. Catherine Ashton, la alta comisionada en Política Exterior, tendrá a su cargo un servicio diplomático que representará a Europa.

-El euroescepticismo renace en el Reino Unido, también en Alemania y España...

-Han surgido hechos inesperados. Si Europa no responde a nuevos desafíos del siglo XXI, como la crisis económica o el cambio climático, puede correr el riesgo de ir perdiendo fuelle y entrar en un período de debilidad. Soy optimista porque ante el mayor desafío en cincuenta años, la Unión ha respondido cerrando filas en defensa del euro.

-Tal vez sea el momento de que los 27 hagan una profunda autocrítica.

-La autocrítica es muy clara. Tenemos un mercado único y estamos terminando de llevarlo a la práctica. Todos somos conscientes de las dificultades. No solamente Europa tiene problemas.

-Al hilo de los recortes aprobados esta semana, algunos medios norteamericanos han llegado a comparar la situación de España con la de Grecia. No lo tienen ustedes nada fácil.

-La política de austeridad se extiende a otros países. Fíjese lo que ha hecho Berlusconi en Italia. Comparar a España con Grecia es un disparate. Somos el país con menor porcentaje de deuda pública sobre el producto bruto.

-¿El Gobierno ha reaccionado tarde?

-En absoluto. Cuando estalló la crisis de la banca se inyectaron fondos a la economía. Empezamos a crecer, como consecuencia de que reaccionamos. El sistema financiero ha estado a punto de desplomarse. Empezamos a ver la salida de la recesión.

-¿Zapatero debería dimitir?

-Ahora no pensamos en eso. Solamente en sacar adelante al país en el conjunto de Europa. Los ciudadanos ya decidirán en las urnas. No tiene el más mínimo sentido que el Presidente dimita ahora.

-En las filas del PP y de CiU no opinan lo mismo.

-En una democracia hay opiniones para todos los gustos. La crítica siempre es sana. Ahora bien, el PP no está haciendo nada por superar la crisis y ayudar al Gobierno. Sólo intentan beneficiarse políticamente. Me han decepcionado.

-La celebración del «Día marítimo europeo» en Gijón ha sido casi la despedida de la Presidencia española. ¿El balance es positivo?

-Ha sido hasta ahora el mejor día de la Presidencia española. La participación de expertos de todos los sectores del mar también ha sido significativa. Se ha batido el récord de Roma. La verdad es que siempre que se organizan cosas en Gijón y en Asturias la gente se vuelca.

-El año pasado a Roma acudió el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso. En Gijón habló por videoconferencia... ¿Consecuencias de la nueva política de austeridad?

-Bueno, la celebración del «Día marítimo» se ha planteado al máximo nivel. Han estado los Príncipes de Asturias, la comisaria de Pesca de la Unión Europea, María Damanaki... Barroso no ha podido venir por razones de agenda. Pero ha enviado un vídeo muy cariñoso. Lo importante son las conclusiones que salen de aquí.

«El PP no está haciendo nada por superar la crisis, intenta beneficiarse políticamente»