La variante de Pajares, el gran símbolo de la transformación ferroviaria de Asturias hacia la Alta Velocidad, sólo podrá recibir trenes convencionales de ancho español -pero no el AVE-, durante varios años a partir de su entrada en servicio. La gran infraestructura bajo la cordillera Cantábrica, concebida en ancho de vía internacional -el propio de los AVE-, ha tenido que rendirse ante el gran retraso de los dos trazados con los que conecta: Pola de Lena-Oviedo-Gijón y León-La Robla. Concretamente, el proyecto del tramo leonés, de apenas 25 kilómetros, dispone de estudio informativo en trámite de información pública, y ello significa que su ejecución y entrada en servicio con vía de ancho internacional será posterior a 2012, año previsto por Fomento para que el AVE llegue desde Valladolid a León.

En consecuencia, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), dependiente de Fomento, ha anunciado que instalará un cambiador de ancho de vía en la salida norte de León, que dará servicio a las líneas en dirección a Asturias y a Galicia. Dicho cambiador es igual al que ya está en uso en la salida norte de la estación de Valladolid-Campogrande y consiste en un mecanismo que aproxima o separa las ruedas de los trenes Alvia. Es decir, el Alvia recorre el trazado Madrid-Valladolid sobre vía de ancho internacional y en Campogrande cambia al ancho español -también denominado ancho Renfe o ibérico- para continuar hacia Palencia, León y Asturias.

Cuando la línea de AVE esté concluida entre Valladolid y León, ese cambio de ancho se producirá en esta segunda ciudad, a partir de la cual los trenes proseguirán hacia La Robla, punto de inicio de la variante de Pajares. Dado que en León los Alvia han cambiado al ancho Renfe, seguirán necesitando ese mismo ancho de vía para recorrer el paso bajo la Cordillera.

Sin embargo, la Variante estará dotada con tres raíles, el «triple hilo» que el ministro de Fomento, José Blanco, mandó instalar en julio de 2009. El «triple hilo» consta de tres carriles, dos de los cuales están colocados a una distancia de 1.435 milímetros -ancho internacional- y el tercero dista de su opuesto en 1.668 milímetros -ancho Renfe-. Los dos anchos combinados permiten el paso de trenes AVE y de trenes convencionales de mercancías, pero por la Variante no circulará ningún AVE durante unos diez años, que es el tiempo que con más realismo se plantea para que el ancho internacional pueda llegar desde Madrid hasta Gijón, tras la construcción o remodelación de variantes y tramos dentro del territorio asturiano.

Por tanto, la Variante sólo precisará durante años de ancho Renfe, apto para trenes de pasaje -los Alvia o los de media distancia- y para convoyes de mercancías, pero el «triple hilo», o tercer raíl de ancho internacional, quedaría sin uso. El «triple hilo», un sistema complejo y costoso en instalación y mantenimiento, pende de un hilo, ya que sería inútil durante años y ello suscita dudas entre los especialistas en ferrocarril. Vistas las circunstancias, sostiene uno de ellos, «lo mejor ahora es instalar las vías en ancho Renfe sobre una traviesa polivalente y cuando sea necesario pasar al ancho internacional».

Una traviesa polivalente consta de tres hendiduras en la cara superior del hormigón que permiten instalar o dos raíles en ancho Renfe o dos en ancho internacional. Su uso permite que unas máquinas especiales desprendan uno de los carriles y lo acerquen al otro, fijándolo en la hendidura para ancho internacional.

El proceso de transformación de ancho Renfe a ancho internacional se ha llevado ya al Corredor Mediterráneo y al Eje Atlántico (La Coruña-Vigo). No obstante, presenta algunas complicaciones en los cambios de vía o en los andenes (la Variante no tiene estaciones, pero sí andenes en los túneles, para facilitar la evacuación en caso de emergencia).

Con todo, la modificación del ancho mediante traviesas polivalentes «será más económica que instalar el "triple hilo" para que no se use; además, el problema de los andenes sería el mismo», señala ese experto. Instalar ancho Renfe en la variante de Pajares y pasar a ancho internacional cuando esté concluida toda la línea desde Madrid a Gijón «parece lo más racional y económico», agrega. El ancho Renfe permitiría igualmente desde el primer momento el uso mixto de viajeros y mercancías.

No obstante, los tres raíles del «triple hilo» también tienen defensores. Otro especialista en ferrocarriles consultado por este periódico sostiene que es «un sistema carísimo, que no sabemos cómo va a responder con trenes de mercancías de gran tonelaje a lo largo de tantos kilómetros», los cincuenta de la Variante, «pero mientras en España las mercancías sigan viajando sobre ancho ibérico será necesario que la Variante tenga un sistema mixto de anchos». En cambio, el tráfico mixto en otros países europeos no ofrece tantos problemas como en España, ya que todas sus redes ferroviarias son de un solo ancho.

Existe, finalmente, otro argumento a favor de los tres raíles, o «triple hilo»: «El mensaje de los políticos podrá ser que en la Variante hay ancho internacional, aunque no se use». Y ello será debido a que el primer tren que pise la Variante habrá dejado el ancho propio del AVE un trecho más atrás, en León.