Oviedo, Javier NEIRA

Definitivamente será el próximo 19 de julio cuando se inaugure la nueva sede del Museo del Ejército en el Alcázar de Toledo. Hasta ahora estaba en Madrid. Una nueva ubicación polémica porque se hace en cierta medida a costa del museo hasta ahora existente en el Alcázar y porque se suprimen o minimizan las salas relativas a la División Azul, un cuerpo militar de voluntarios españoles que, durante la II Guerra Mundial, fue a combatir a la Unión Soviética al lado de la Wehrmacht alemana y contra el Ejército Rojo. La polémica corre y las opiniones se cruzan entre historiadores, combatientes y también sus descendientes.

l Antonio Montero tiene 96 años de edad, nació en Pajares, vive en Gijón y fue suboficial en la División Azul. «Primero fui defensor de Oviedo y por eso, y por mi participación en general en la guerra, soy ex combatiente de nuestra Cruzada de Liberación. Así me gusta denominarla. Después estuve en la División Azul y participé en las batallas de Novgorod y Leningrado, donde en febrero caí herido muy grave. Me retiraron y acabé en un hospital de Vitoria y después en un centro médico de Carabanchel, en Madrid. Tengo un coeficiente de mutilación del 67 por ciento, sufrí cuatro heridas. Cobro una buena pensión y Alemania también me paga. Realmente por haber estado en la División Azul desde que llegaron los socialistas al Gobierno no cobro nada, no cobro nada por España pero sí por Alemania. Me acaban de subir la pensión, siempre se han portado muy bien. Soy un buen español, amante de la paz y del olvido porque nadie quiere una guerra. Pero no estoy de acuerdo en que se pretenda anular la historia, por ese camino no podemos llegar a menos. Quitan calles, monumentos, conmemoraciones de todo y ahora las referencias a la División Azul en el Museo del Ejército».

l Guillermo Calleja es profesor de Historia en la Universidad Antonio de Nebrija y está muy vinculado a Asturias a través de la hermandad de los Estudiantes, de Oviedo, de la que es cofrade. «Me parece una verdadera barbaridad suprimir o marginar a la División Azul en el nuevo Museo del Ejército. Sería como obviar la participación de los republicanos españoles en la liberación de París. Es una forma de cargarse la historia, es una forma de manipularla y convertirla apenas en una novela. No tiene sentido fingir que la División Azul no existió. La amnesia selectiva que se quiere aplicar es una verdadera bestialidad. España participó en la guerra mundial con la División Azul, que estaba formada por voluntarios, no la envió Franco, tras el grito de "¡Rusia es culpable!". Participaron muchos falangistas y otras personas, incluso algunos que así pretendían lavarse la cara. La gesta está ahí. Combatieron muy bien en unas condiciones tremendas. La democracia, se dice muchas veces, se recuperó en España el día en que se legalizó el PCE, y el mismo argumento vale para indicar que es preciso siempre reconocer el pasado».

l Francisco Carantoña, asturiano de Gijón, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de León, considera a su vez que «debe conservarse casi todo, a mi juicio es necesario siempre conservar casi todo en relación con la historia. La cuestión es cómo se conserva y cómo se presenta. En Alemania hay elementos y cosas relacionadas con Hitler, y lo mismo ocurre en Italia respecto a Mussolini; pero no exaltándolos, claro. Es necesario no ocultar el pasado y para eso hay que presentarlo adecuadamente. La División Azul forma parte de la historia de España, no se puede obviar un hecho así. Como tampoco se puede obviar, por poner un ejemplo, la expulsión de los moriscos».

l Jorge Uría, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Oviedo, opina, por su parte: «Nunca se puede celebrar que desaparezca una colección de carácter histórico. Ignoro lo que se quiere hacer concretamente con el traslado del Museo del Ejército a Toledo; pero si desaparece algo, si algo se deja de exponer, quizá sea por buenas razones. Como conjunto museable, tiene lógica la División Azul, pero depende de cómo se haga; no creo adecuado, por ejemplo, que se presente desde la óptica de los soldados anticomunistas. Si se hacía así y ahora se cambia, comprendo el cambio».

l Rafael Anes, asturiano, director de la Real Academia de la Historia, declaró recientemente: «El Museo del Ejército está cerrado todavía, lo están organizando y no puedo decir una palabra de algo que ignoro totalmente».

l José Durán, presidente de la Asociación de Amigos del Museo del Ejército de Madrid, es contundente: «No sólo se va contra la División Azul sino que, a cuenta del traslado, se suprime el Museo del Asedio que estaba en el Alcázar de Toledo. El alcalde de Toledo nos prometió sacar a toda la ciudad a la calle si se eliminaba. Hemos presentado dos contenciosos contra el traslado, que es el origen del problema. El Museo del Ejército es el más antiguo de España. El 24 de julio de 1996, el entonces presidente del Gobierno José María Aznar nos comunicó su intención de hacer el traslado. Pero se realizó sin las correspondientes ley y orden. El traslado estaba relacionado con la ampliación del Museo del Prado, pero ya se ve que no ha sido así. La sala dedicada a la División Azul es pequeña, pero otras, como las de artillería, son las más completas del mundo. En Madrid, el Museo del Ejército tenía 17.000 piezas y en Toledo se van a exhibir sólo 4.000, incluyendo las que ya estaban en el Alcázar. Entre otras cosas nos tememos que se va a perder la mejor colección de banderas del mundo porque no se va a mostrar. Creo que todo es un puro destrozo y una maniobra contra el Ejército y contra la historia de España».

l El coronel José Alemán, presidente de la Hermandad de Combatientes, matiza la disputa. «Realmente se está manejando una información a medias. La sala dedicada a la División Azul estará medio escondida, dicen; no lo sé exactamente, pero habrá sala. Y en todo caso buena parte del material relativo a la División Azul va a ir al museo de la Hermandad de Combatientes en Madrid. Es interesante, ese material está formado por piezas cedidas por los propios combatientes de la División Azul e incluye uniformes, armas, mapas, un poco de todo lo que comúnmente lleva consigo el combatiente».

l Ramón Fernández-Cid, empresario ovetense, hijo y yerno de combatientes en la División Azul, juzga «muy mal que se marginen los fondos divisionarios porque forman parte de la historia de España de una manera indiscutible. No es una materia opinable. Estoy muy orgulloso del comportamiento ejemplar de mi padre y sus compañeros de armas. Lo reconocen incluso los rusos. Cuando no hace mucho el comandante Recena se fue a recuperar algunos cuerpos de soldados españoles, el coronel jefe del museo militar de Leningrado, al saber que ambos eran hijos de combatientes en ese frente, le pidió permiso para darle un abrazo y así lo hizo. Mi padre, que era alférez, fue con la primera unidad y marchó con la última, participó en cinco asaltos a la bayoneta y lo condecoraron como corresponde por eso. No tiene sentido que ahora se quieran olvidar esos hechos en España».

l Rafael Sempau, asturiano, profesor en Badajoz, licenciado en Historia con el estudio «El franquismo en la Universidad de Oviedo», opina que la División Azul «forma parte de la historia de España y me parece sencillamente fatal que pretendan eliminar cualquier referencia en el nuevo Museo del Ejército a instalar en el Alcázar de Toledo. Las últimas grandes victorias en las que participó el Ejército español en el extranjero fueron las de la División Azul. Bueno, en el nuevo museo también quieren suprimir toda referencia a Moscardó y a la historia del Alcázar en la Guerra Civil. Parece que quieren cambiar la historia de España, pero eso no es posible».

l José Alcalá-Zamora Queipo de Llano, catedrático de Historia Contemporánea, que fue profesor de la Universidad de Oviedo, declaró recientemente que la División Azul «debería estar en el museo porque representa un hecho histórico. A unos les gustará más que a otros, pero participó en ella el Ejército español».

«No estoy de acuerdo con que se pretenda anular la historia de España»

Antonio Montero, suboficial de la División Azul

«No sería adecuado presentar la División Azul desde la óptica del anticomunismo»

Jorge Uría, profesor de Historia

«El Museo del Ejército está cerrado todavía, lo están organizando»

Gonzalo Anes, director de la Academia de la Historia

«La gesta está ahí, combatieron muy bien en condiciones tremendas»

Guillermo Calleja, profesor de Historia

«Las últimas victorias del Ejército español en el extranjero fueron de la División Azul»

Rafael Sempau, profesor de Historia>

«No hay que ocultar el pasado, pero hay que presentarlo adecuadamente»

Francisco Carantoña, profesor de Historia