El delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, ha alertado, en el contexto de una época que ha calificado de "difícil", de que el mes de agosto es tradicionalmente "peor" en materia de violencia de género. En lo que va de año, han fallecido un total de 42 mujeres. Por comunidades, Andalucía es donde más homicidios se producen, un total de once, por encima de Cataluña con seis o Canarias, con cinco. Les sigue Asturias con cuatro; Madrid, Comunitat Valenciana y Castilla y León, con tres; Aragón y Castilla La Mancha, con dos; y las Islas Baleares, Murcia y País Vasco con una víctima mortal.

Lorente ha presentado el balance del primer semestre de 2010, que revela un incremento del 26 por ciento en el número de víctimas mortales en los primeros seis meses del año, con un total de 33 fallecidas --de las que habían denunciado diez--, así como otras 17 agresiones graves a mujeres. Del mismo modo, ha destacado que se han registrado 361 denuncias diarias durante el primer trimestre frente a las 344 del mismo periodo de 2009, lo que representa un 2,7 por ciento más.

En todo caso, ha subrayado que este mes de julio ha sido el más grave desde 2003. "Agosto es peor estadísticamente, en concreto la segunda quincena, en la que se concentran el 68 por ciento de los homicidios de este mes", ha avisado. Así, recuerda que los factores que influyen en el aumento de casos en verano son la mayor convivencia, así como la ausencia de rutinas que favorece que no se acabe el conflicto.

CAMBIA EL PERFIL DE LA VÍCTIMA

En general, el delegado del Gobierno ha destacado que en 2010 el perfil de las víctimas cambiado y presenta una evolución "muy diferente" a la de los primeros meses del año 2009: hay menos denuncias entre las fallecidas; menos solicitudes de orden de protección; menos casos de homicidio con orden de alejamiento; y aumento de homicidios durante la convivencia en 22,6 puntos.

"Al cambiar, el perfil se acerca más a una persona más mayor, que tiene menor percepción del riesgo", ha dicho Lorente, que también ha revelado que crece la edad media de los agresores, de 46 a 48 años; y de las víctimas, de 41 a 42 años.

No es el único cambio significativo, ya que, además, bajan las denuncias de mujeres extranjeras que pasan a representar el 27,4 por ciento del total (frente al 45 por ciento en 2009) y aumentan las de españolas, que ya son el 72,6 por ciento (frente al 55 por ciento). También disminuyen un 15,7 por ciento las llamadas al 016, lo que atribuye a un "mayor nivel de información".

Sin embargo, el informe también recoge que cuando se refiere a homicidios, el aumento es más pronunciado entre las mujeres extranjeras, aumentando 10,6 puntos respecto al mismo periodo del año anterior, así como de los extranjeros agresores que se incrementan en un 9,2 por ciento.

BINOMIO CRISIS ECONÓMICA-VIOLENCIA

Por otro lado, en relación al binomio crisis económica-violencia de género, ha precisado que "sólo" en un 8,1 por ciento de los casos denunciados los agresores eran demandantes de empleo; un 51,8 por ciento, trabaja a tiempo completo; y un 37,1 por ciento son pensionistas. Estas cifras se basan en los perfiles del 64,3 por ciento de los varones denunciados. El balance del primer semestre también deja a 24 menores huérfanos de madre como consecuencia de los homicidios.

En el caso de las víctimas, el porcentaje corresponde a quienes tenían un trabajo a tiempo completo (39,4 por ciento), seguido del trabajo a tiempo parcial (25 por ciento) y los pensionistas (21,4). Por su parte, las demandantes de empleo representaban un 7,1 por ciento, el mismo porcentaje de quienes ni trabajaban ni demandaban empleo. De esta forma, concluye que la violencia de género "no está vinculada con situaciones nacidas de un problema de carácter económico".

FACTOR DE IMITACIÓN

Asimismo, ha apuntado que se produce una "concentración de casos" en el mismo periodo y en las mismas provincias y comunidades, lo que relaciona con un "factor de imitación", que "se debe tener en cuenta a la hora de poner las medidas".

Por último, se ha referido a los dispositivos GPS. En este punto, ha indicado que están mostrando una "evolución ascendente" y que actualmente, hay 369 activos, de los 3.000 que se encuentran a disposición de las autoridades competentes, con en objetivo de prevenir en los casos más graves. En este sentido, ha concluido que existen alrededor de 500 mujeres en 'riesgo alto o extremo' y explica que la "falta de equiparación" entre esta cifra y los aparatos en uso depende de "la valoración de las sedes judiciales".

EUROPA PRESS