Oviedo, Raquel L. MURIAS

Celestino Pérez, presidente de la Sociedad de Pesca «Las Mestas del Narcea, es ante todo pescador. Capturó el primer salmón en el pozo de La Figal con 9 años. Desde entonces ha visto cambiar el río, su realidad y la normativa de pesca. Este año no ha pescado ninguno, y no le importa porque ahora su prioridad es la conservación. Hombre de consenso, siempre fue una de las bazas seguras para mediar entre la Administración y el resto de sociedades representadas en el Consejo de Pesca para conseguir que las restricciones no levantasen en armas al resto. Pero ahora Celestino Pérez se desmarca y exige a la Administración compromiso. Asegura que el Principado ha sido el verdadero culpable de la caída en picado de las capturas de salmón en Asturias. ¿Por qué? «Porque ellos son los que hacen la norma y porque no están cumpliendo con su parte del trato». Los pescadores se revuelven contra la Administración regional y sus planteamientos.

-Está usted muy decepcionado con los cambios que quiere implantar Medio Ambiente para las siguientes campañas de pesca. Nunca había criticado usted tanto a la Administración. ¿Por qué este desánimo?

-No tiene ningún sentido que el Principado quiera ahora abrir el Consejo de Pesca a las sociedades que no tienen centro de alevinaje, porque nosotros, los que formamos parte de él, hemos tenido que invertir mucho en tener un centro de cría. Desde «Las Mestas del Narcea» vamos a exigir un millón de euros por daños y perjuicios si Medio Ambiente no desiste en sus intenciones. Esto no se puede pasar por alto y yo no defiendo intereses políticos, defiendo el río. Nosotros tenemos el centro de alevinaje que mejor funciona en toda España y cada año soltamos al río un millón y medio de alevines, si el Principado abre la puerta a otras sociedades sin que cumplan los mismos requisitos que el resto, nosotros cerramos el centro.

-Esa sociedad que quiere entrar es «El Banzao» de Tineo. Usted asegura que la nueva normativa del Principado está hecha expresamente para que ellos entren a formar parte del Consejo. ¿Qué intereses cree usted que hay detrás?

-Lo que no se puede es trasladar el juego de la política a la pesca. Vemos en las noticias los «chiringuitos» del PSOE y quieren que el Consejo de Pesca sea uno más. «El Banzao» de Tineo es una sociedad que está vinculada directamente con el Ayuntamiento, que es del PSOE. Lo que quieren es que desaparezcan las sociedades grandes y contar con apoyos dentro del Consejo. Es un lavado de cara. A veces hemos transigido y negociado, como con la normativa de pesca de este año, pero se acabó. Si se permite a «El Banzao» entrar en el Consejo sin cumplir con los requisitos establecidos en el decreto de 1997, entonces, creemos que hay indicios de prevaricación, porque hay una manifiesta injusticia para favorecer a una sociedad de afinidad política.

-Y la normativa de este año, la más restrictiva de toda la historia, ¿ha cumplido los objetivos propuestos?

-Venimos arrastrando muchas temporadas con caídas en picado de capturas y desde hace tres años no quedaban reproductores en los ríos, que son los que garantizan la permanencia de la especie. Este año se puso la primera piedra para luchar por la vuelta del salmón a los ríos asturianos, pero no sirve sólo con reducir el número de cañas. Hay que ir más allá.

-Concrete.

-Lo primordial es luchar contra los pescadores furtivos, que campan a sus anchas delante de nosotros capturando los salmones que nosotros hemos dejado vivos en el río en cumplimiento de la normativa. Hay una anarquía total en el río. En el Narcea, todos los años hay un expolio vergonzoso y faltan guardas en el río. Además, la gente debería concienciarse y dejar de comprar salmones y truchas a esta gente que practica la pesca ilegal. Estamos cansados de dar aviso al Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) y de que nos digan que no hay personal, que no pueden venir. ¿Qué sentido tiene que nosotros cumplamos con la normativa si luego vienen otros y se lo llevan a costa nuestra? Estamos trabajando para los furtivos.

-Y los cormoranes, ¿exigirán otra vez batidas de esta ave en los principales afluentes asturianos?

-Los cormoranes son aves que hacen mucho daño, pero nada comparable a los que ocasiona la pesca furtiva. El cormorán es un problema más dentro del ciclo de vida del salmón. No se puede obviar que estas aves comen entre 400 a 600 gramos de pescado al día y, sobre todo, alevines pequeños.

-Usted defiende la pesca sin muerte, ¿es fácil cambiar la mentalidad de los ribereños, que aprendan a devolver la presa viva?

-Yo soy un enamorado de la pesca y en diez años me gustaría ver a los jóvenes disfrutando de la pesca del salmón atlántico, que tiene el mismo valor que el oso pardo o el urogallo para Asturias. No es fácil cambiar la idea de pescar en los más veteranos, es necesario un cambio sociológico. Yo he visto otras maneras de gestionar la pesca en otros países y cómo se aprecian los recursos naturales. Hay que avanzar hacia esa nueva forma de entender la pesca y para eso nosotros también hacemos nuestras propuestas como, por ejemplo, que todas las cuencas tengan un tramo de pesca sin muerte, para que se pueda avanzar y practicar, ésa es la forma de que la gente empiece a pescar de otra manera.

-La normativa de pesca abrió una brecha entre pescadores y Administración y se llevó por delante a gente como el alcalde de Soto del Barco, Jaime Menéndez Corrales, del PSOE, que dimitió del Consejo.

-Él era el representante de la Federación Asturiana de Concejos. Él ha conseguido muchas cosas para los pescadores y creo que desde la Administración no se le ha agradecido nada su trabajo. Es muy importante que los que se encargan de gestionar la pesca conozcan este deporte y que estén sensibilizados.

-¿Cree usted que la viceconsejera Belén Fernández ha ido a pescar alguna vez?

-Lo dudo mucho, no creo que haya ido a pescar en su vida.

«Estamos cansados de que nos digan que no hay guardas; trabajamos para los furtivos»

«Hay que habilitar zonas de pesca sin muerte en cada cuenca para impulsar la captura y la suelta»