Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

Más de 120 millones de euros. Ese el presupuesto global de construcción de los enlaces de las grandes vías de salida de la comarca del Nalón -«Y» de Bimenes, Autovía Minera y AS-III (desdoblamiento de la carretera de los túneles de Riaño (AS-17)- con la autovía de Oviedo a Villaviciosa (A-64), que entrarán en servicio en los próximos años. Los tres «pinchazos» se ubican en el concejo de Siero, en un tramo de apenas 18 kilómetros que va de Lieres a San Miguel de la Barreda. En el caso de los nudos de la Autovía Minera, a la altura de Mudarri, y del desdoblamiento de los túneles de Riaño, en San Miguel de la Barreda, la distancia no llega a 5 kilómetros, mientras que de Lieres a Mudarri no hay más de 14.

Sobre esta base, los redactores del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Langreo han puesto en tela de juicio el desdoblamiento de la carretera de los túneles de Riaño, cuyo presupuesto ronda los 110 millones, a los que habrá que sumar otros 40 para la conexión con la A-64. Su argumento se basa en que a muy pocos kilómetros se ubicará el enlace de la Autovía Minera, cuyo coste final estará por encima de los 300 millones, una vez sumados los más de 40 millones que costará el nudo de Mudarri. Si a todas estas cifras se les suman los 175 millones de euros de la «Y» de Bimenes, el coste de las tres conexiones entre el Nalón y Siero en un tramo que no llega a 20 kilómetros se dispara por encima de los 620 millones de euros, la mayor parte de ellos procedentes de los fondos para la reactivación de las comarcas mineras.

Frente a esta imponente inversión, llama la atención que, incluso antes de que se proyectase la Autovía Minera, adjudicada en 1998 por el Gobierno de Sergio Marqués, el Gobierno central se había comprometido a mejorar las conexiones del Nalón. Pero con un desdoblamiento de la carretera de los túneles de Riaño que iba a ser sufragado con cargo a los Presupuestos Generales del Estado y no con fondos especiales de reactivación minera, como sucede ahora. El hoy delegado del Gobierno, y entonces presidente del Principado, Antonio Trevín, firmó un convenio para este fin con José Borrell, que era ministro de Obras Públicas. El acuerdo, negociado desde Asturias por el consejero del ramo, Juan Cofiño, incluía el cambio de titularidad de la AS-17 en favor del Estado, que se encargaría de contratar y ejecutar las obras del desdoblamiento. El Principado, por su lado, se comprometía a sufragar la redacción de los proyectos. El convenio nunca llegó a ejecutarse y la doble calzada en la carretera de los túneles se ejecuta ahora con cargo a los fondos mineros y con un presupuesto de 110 millones de euros. Además, hay otros 40 millones de las partidas de reactivación para financiar el enlace con la A-64 a la altura de San Miguel de la Barreda. El proyecto se está redactando. La conclusión de los trabajos, cuya ejecución marcha ahora por encima del 35 por ciento, está prevista para finales de 2011, según el calendario que maneja la Dirección General de Carreteras del Principado.

Un año después está prevista la puesta en servicio de todos los tramos de la «Y» de Bimenes, una nueva vía rápida entre San Martín del Rey Aurelio y Siero cuyo presupuesto alcanza ya los 175 millones de euros, tras haber experimentado un sobrecoste de 45 millones sobre la previsión inicial. El enlace con la A-64 en Lieres ya se está ejecutando, en la última fase de los trabajos.

Por último, el enlace de la Autovía Minera, que acumula un retraso de varios años y que ya debería de estar listo desde agosto de 2009, de acuerdo al último calendario, lleva varios meses paralizado. La obra está afectada ahora por los recortes en Fomento y no se conocerá su futuro hasta el mes que viene, según precisó Trevín el pasado lunes. Aunque a primera vista parece que los trabajos del esperado enlace ya están prácticamente listos, lo cierto es que la paralización se produjo cuando no se había certificado ni la mitad del presupuesto, cifrado en 39,3 millones de euros. La necesidad de mejorar el proyecto redactado por el Principado explica la paralización y un sobrecoste que andará por los tres millones de euros.