Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

El debate está abierto. La remodelación de los precios de internet que plantea Telefónica, con el objetivo de cobrar en función del tráfico que genera cada usuario en la red y de las descargas que se hagan, pone en cuestión el modelo español de acceso a la red. Los expertos asturianos consultados reconocen que el incremento de las conexiones a través de la telefonía móvil, el hecho de que los dispositivos tengan cada vez mayor potencia o la proliferación de los contenidos de vídeo en los dos últimos años pueden derivar en una saturación del sistema, aunque no sea a corto plazo. José Emilio Labra, director de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Informática de Oviedo, defiende esta teoría, al igual que los responsables de las principales compañías que operan en la región. «Cada vez hay un mayor volumen de datos, con un incremento importante de las descargas de vídeos y de conexiones a través de móviles, por lo que la saturación de la red es un escenario que entra dentro de lo posible», advierte José Emilio Labra.

De acuerdo a los datos de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones, en Asturias había, a principios de año, unas 235.750 conexiones de banda ancha a internet. Del total, el 44 por ciento corresponden al operador de cable Telecable, con cerca de 104.000 líneas; el 40 por ciento es de Telefónica, que cuenta con 94.300 accesos, y el 15 por ciento, unos 35.000 clientes, depende de Vodafone, Orange y Jazztel, entre otros.

Con este volumen, los expertos de las compañías que operan en la región apuntan que el modelo autonómico de red fija está en unos niveles razonables y que no hay nada que le augure problemas. Sin embargo, a su juicio, la cuestión está en adaptarse a la inminente eclosión de las conexiones móviles. «El sector tiene claro que el modelo actual es cuestionable y que, en último término, hay que estudiar fórmulas que permitan hacer frente a la explosión de internet móvil», sostiene un especialista asturiano.

El debate en torno a la regulación del acceso a internet fue abierto el pasado lunes por el consejero delegado de Telefónica, Julio Linares, quien alertó del riesgo de colapso que corre el sistema español si no se avanza hacia un modelo de tarifas diferenciadas. Se trataría de que paguen más aquellos usuarios que más tráfico generen.

Aunque Linares aseguró que Telefónica va a seguir utilizando las tarifas planas, también avanzó que la compañía que preside César Alierta se plantea introducir tres tipos de limitaciones: volumen de tráfico, velocidad de transferencia y tipo de servicio. De esta forma, habría una tarifa básica para consultar el correo, otra más amplia para navegar por la web y una superior que permitiría la descarga de vídeo. Pese a estos planes, la compañía ha lanzado este verano una oferta de ADSL de diez megas a un precio de 9,90 euros al mes, cuando su tarifa habitual es de 41,90 euros. La promoción sólo dura tres meses, pero el resto del primer año de contrato el precio queda en 19,90 euros.

Por su lado, fuentes de Telecable, el operador de cable que es líder en el sector de la banda ancha a nivel autonómico, precisaron ayer que «a día de hoy» la empresa «no tiene en cuestión» las tarifas planas de acceso a la red. A este respecto, añadieron que su objetivo es seguir compitiendo con nuevas promociones, también para conexiones a través de teléfonos móviles. La firma acaba de lanzar una oferta para empresas y autónomos que ya tienen conexión fija a internet, para que dispongan también de acceso móvil sin compromiso de permanencia, con los dos primeros meses gratuitos y el módem de regalo.

Desde la compañía Vodafone, su presidente en España, Francisco Román, afirmó ayer que «tiene lógica de negocio» que «quien más consuma pague más» y agregó que las lógicas «tarde o temprano acaban imponiéndose». Los portavoces de Yoigo se posicionaron en la misma línea que la dirección de Telefónica y también se mostraron dispuestos a estudiar una tarificación que vaya en función del uso que se haga de la red.