Parres, Bárbara MORÁN

«ZP» es para la mayoría de españoles la abreviatura del apellido del presidente del país. Aunque, desde el domingo, estas dos ya famosas consonantes son el nombre de un campeón nacional. «ZP» tiene dos años de edad, casi dos metros de envergadura, unas largas orejas, un carácter afable, su hocico es apretado y cóncavo, un porte fornido y andares de «hombretón». Atributos cien por ciento naturales y únicos de su especie, que lo han llevado a lo más alto. Este espléndido gochu asturcelta fue elegido el domingo en Morcín y entre diez hermosos machos de su misma especie, como el mejor verrón de España.

Todo un campeón del que muy orgulloso presume su criador, Nacho Ramos, un amante incondicional de la fauna autóctona o asturiana y que tiene su granja de cría en el pueblo parragués de Cuadroveña, donde ha fijado hace unos seis años su hogar familiar y toda una reserva de animales asturianos.

Para la mayoría es inevitable esbozar una sonrisa al conocer el nombre del recién elegido como el mejor gochu celta de España. Y también, es previsible la pregunta a su criador sobre el porqué de la elección del nombre. Aunque muchos bautizan a sus animales de granja y de compañía con el nombre de personajes famosos que admiran, le hacen gracia o siguen su música, en el caso de este «ZP» porcino, el bautizo con nombre presidencial fue una decisión práctica.

«Cuando tienes tantos animales llega un momento en que no tienes ni tiempo para pararte a elegir nombres y cuando nació se hablaba mucho de ZP y se lo puse», explica Ramos mientras añade que incluso el actual «ZP» de su granja ya tuvo un antecesor hace unos tres años. «En realidad es "ZP Segundo"», ironiza el criador, que niega que el nombre tenga la más mínima implicación política. Ramos recuerda que el año pasado uno de los gochos participantes en el concurso se llamaba «Bush», como el ex presidente de los Estados Unidos.

Nacho Ramos sólo cría en su granja animales «made in Asturias», la fauna autóctona de la región. En los últimos años criadores como Ramos están intentando reintroducir en las granjas asturianas algunas de las especies más castigadas, como los gochos asturceltas. En la finca de Ramos pastan en libertad cabras bermeyas, oveyas xaldas, pitas pintas asturianas, asturcones, conejos furones y gochos celtas. La granja de este criador es el auténtico paraíso de los animales cien por ciento asturianos.

De momento, la labor de Ramos y otros criadores va dando pequeños pasos a favor de la conservación de una especie que es genuinamente asturiana, pero que fue decayendo con la entrada de cerdos europeos o blancos.

El certamen del que «ZP» salió lo más airoso que podía salir es impulsado por la Asociación de Criadores de Gochos Asturceltas y sin duda está siendo un aliciente para los criadores de esta especie. Aunque el mayor escollo que encuentran los defensores de las especies de fauna asturianas es la desinformación que existe en la propia región sobre la calidad, valores y riqueza que poseen las especies autóctonas.

De cinco gochos asturceltas que quedaban en Asturias hace unos años un grupo de defensores de la especie inició con el apoyo del Serida un rescate del que ya se ven frutos. El censo actual revela que en Asturias hay actualmente 320 hembras reproductoras, 70 machos y unos 500 gochos de cebo o para el consumo. Los expertos en esta especie porcina aseguran que su calidad y sabor son «muy similares a las del cerdo ibérico», defiende Ramos.

La única condición indispensable para poder criar cerdos asturianos o asturceltas es que deben vivir en libertad.