Oviedo, Marcos PALICIO

Más de un siglo después y en circunstancias muy distintas, Alfredo Felipe Fuentes acaba de desandar el camino a Cuba que emprendió desde Asturias su bisabuelo, Godofredo García Gallo, a finales del XIX. Felipe Fuentes voló a Madrid el viernes con quince miembros de su familia dejando atrás «siete años, seis meses y nueve días» encarcelado en la prisión cubana de Guamajal, y es el preso político número 39 excarcelado en la isla desde julio tras el proceso negociador del Gobierno cubano con la Iglesia católica del país. Por primera vez en España y recién salido, según propia definición, de «una cueva de la protohistoria», Felipe Fuentes, de 61 años, superó ayer en libertad el insomnio que le tenía sin dormir desde «la noche antes de que me desterrasen». Un hostal de nombre adecuado -«Welcome», bienvenido en inglés- le tiene esperando noticias acerca de su situación «bajo la protección del Gobierno español» y aguardando a «mi esposa, mis dos hijos y mi suegra», que siguen en Cuba. Están todos «aprobados para salir», pero permanecen allí a la espera de que la madre de su mujer sea operada de una hernia.

Economista, «periodista amateur» e integrante del Movimiento Cristiano de Liberación de Oswaldo Payá, cumplía una condena de 26 años desde la «primavera negra» de 2003, durante la cual fueron encarcelados 75 opositores en la isla. Alfredo Felipe cuenta que «nunca me había fijado tanto en el paisaje de Cuba» como en el recorrido en coche, esposado, desde la cárcel a La Habana y que ahí le atrapó la añoranza y se puso un poco «gorrión, como decimos allá». La nostalgia, junto a la certeza de dejar en su país «al núcleo duro de mi familia», le provocaron incluso «algunas ganas de bajarme y volver a la prisión», pero se le quitaron de inmediato al ver «a la Policía parar los coches para registrarlos en busca de alimentos y cosas que en el mundo civilizado parecerían increíbles». «Pero si estoy viviendo en un calabozo», se dijo.

El ex preso cubano, que sólo supo que su bisabuelo era «de Asturias» a través de «una inscripción de nacimiento de mi abuela», pregunta si esta región es montañosa y está muy lejos de Madrid. Junto a él voló desde La Habana la asturiana Gracia López, funcionaria de la Embajada española en Cuba, y en Gijón conoce a Omar Rodríguez Saludes, otro preso político excarcelado en la isla que ha fijado su residencia en la Villa de Jovellanos.

«Nunca me había fijado tanto en el paisaje de Cuba como en el viaje de la cárcel a La Habana»

<Alfredo Felipe Fuentes >

Ex preso cubano