l Esta mano derecha que ustedes están viendo en la fotografía de la ídem pertenece a Javier Fernández, secretario general de la FSA, el hombre que con mano lenta cambia el tercio en el PSOE asturiano. El motivo por el que hurtamos, muy a nuestro pesar, la publicación de toda la gloriosa estampa del candidato socialista y nos centramos tan sólo en su diestra es, precisamente, llamar la atención de los lectores sobre el misterioso croquis que el líder de los socialistas asturianos estaba haciendo con ella, y un bolígrafo, el pasado jueves, durante el debate en la Junta General del Principado.

Fernández dibujaba eso que ustedes están viendo tan intrigados y ponía flechinas como si aquello salido de su imaginación tuviera algún extraño funcionamiento que sólo él podía conocer. ¿Qué ingenio planificaba el candidato ingeniero con tanto ahínco, cual Leonardo da Vinci? ¿La máquina para darse a conocer entre todos los asturianos, un madreñogiro electoral con el que recorrerá toda Asturias para hacerse más famoso que Pinín? ¿La silenciosa motosierra con la que cortó el tronco arecista sin que pareciera amputación? ¿Una central de cambio de ciclo político? ¿Una «recasquificadora» para que el PP vuelva a cocerse en su propia salsa como ya hizo en la primera guerra mundial Cascos-Marqués?

l Sea lo que sea -ya nos enteraremos, ya- eso que esté planeando el candidato de los socialistas, algo que sí podían inventar los partidos políticos es un detector de talento para dejar de mirarse tanto al ombligo e incorporar a la gestión de las cosas públicas del Principado a los asturianos más brillantes de las nuevas generaciones (entiéndase sin mayúsculas, obviamente). Incluso, si la inteligencia no les da para crear ese detector de inteligencia podrían, simplemente, asomarse a un poco a internet y leer, por ejemplo, algo de lo que escribe el economista de origen asturiano Jesús Fernández-Villaverde, en su blog «Nada es gratis». Este joven profesor de la Universidad estadounidense de Pensilvania, de 37 años, último premio de la Fundación Banco Herrero, no sólo tiene un preclaro discurso y visión de futuro por toneladas sino que también confiesa, y demuestra, una decidida vocación por la marcha de los asuntos colectivos. Se siente, al modo de su admirado Jovellanos, un patriota, como lo definió en su biografía el historiador Manuel Fernández Álvarez.

Fernández-Villaverde forma parte, junto con Luis Garicano y otros 98 expertos más, del llamado «Grupo de los Cien», cuyos proyectos de reforma de las pensiones o del mercado laboral tratan de avivar el debate sobre las reformas que España necesita para salir de la crisis y cambiar su modelo de desarrollo económico. Este joven profesor de orígenes lenenses, apasionado de Los Simpson y lector devoto de Steinbeck, es, sin duda alguna, como otros jóvenes profesionales que empiezan a brillar con luz propia y proyección internacional, un nombre que alguien debería apuntar, aunque sólo sea para hablar con él de vez en cuando, si realmente considera que el futuro de Asturias tiene que edificarse con ladrillos de materia gris. No sea que la política, a fuerza de primar a los canteranos engordados en la disciplina de partido cuando no de hacerse el haraquiri en la operación de rescate de un jubilado, acabe convertida en la única actividad donde se paguen los sueldos más altos a los menos válidos.

l Aeropuerto por aeropuerto, ni el de Asturias ni su competidor de León. El aeropuerto que más mola de España es el de Ciudad Real, que sirve de ejemplo a «Le Monde» para hablar del derroche español y del uso indebido de las cajas de ahorros, en referencia a CCM (Caja Castilla-La Mancha). También ilustra las tensiones entre Cataluña y el Gobierno central, el Madrid metonímico, según destacó «La Vanguardia» al recoger el enfoque de «Le Monde». También la televisión pública suiza emitió un reportaje el pasado 11 de junio sobre este aeropuerto que tanto mola.

El primer aeropuerto privado de España, concebido en los años noventa del pasado siglo como alternativa a Madrid-Barajas y conectado con el AVE, tiene una pista de 4 kilómetros de larga, apta para el Airbus A380, y está capacitado para recibir dos millones y medio de pasajeros anuales; pero recibe un avión al día, según contó Jean-Jacques Bozonnet en «Le Monde» el pasado 27 de junio. Comprobada su página web el día del Pilar, había previsto un vuelo a Londres.

«Le Monde» cifraba la inversión en 500 millones de euros -un 40% de los cuales fueron aportados por Caja Castilla-La Mancha (CCM)- y de que la junta de Castilla-La Mancha tuvo que inyectar 140 millones más para compensar las enormes y constantes pérdidas del aeropuerto, que únicamente opera tres vuelos semanales gestionados por Ryanair gracias a una subvención pública. La cafetería prácticamente sólo sirve desayunos a los mismos trabajadores, que lunes, miércoles, jueves y sábado son las únicas personas que circulan por los pasillos. Ciudad Real tiene 75.000 habitantes, y medio millón toda la provincia.

Este aeropuerto se acerca a Asturias por vía financiera, pero no toma tierra. Está fuera de la integración de Caja Castilla la Mancha (CCM) en el grupo Cajastur. Pasa, junto al resto de las participadas, al Fondo de Garantía de Depósitos como garantía de la financiación que se otorgó a la antigua CCM, ahora Fundación. A Cajastur no sólo no le cuesta sino que, además, se lo han ofrecido para que lo venda y, si lo hace, se lleva comisión.