Gerente del Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa)

Oviedo, Raquel L. MURIAS

A Santiago Fernández, gerente de Cogersa desde hace 27 años, no le gusta ocupar páginas de periódicos. Él es gerente, no político, pero si se trata de un tema importante, hace una excepción. Ayer aparcó una de sus aficiones preferidas, coger setas en los montes de Salas durante los fines de semana, para atender a LA NUEVA ESPAÑA y defender el que será su último gran proyecto al frente del Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias, la incineradora. Un horno que él cree indispensable y que defiende porque, «de no hacerse, cuando el vertedero se acabe, Asturias se enfrentará a un problema muy grave».

-¿Cuánto va a costar la incineradora? Concrete el precio final del horno.

-El precio final no lo vamos a saber hasta que terminemos la obra. Las estimaciones que tenemos y el precio del concurso es de 264 millones de euros.

-¿Por qué en el plan financiero de la incineradora aparece una estimación del precio de la obra para 2016 de 293 millones de euros? El consejero de Medio Ambiente aseguró que ese dato no significaba nada...

-Todo significa algo. Si yo digo la cifra de lo que costará la incineradora cuando acabemos de pagar la obra en 2040, habría que sumar los intereses. Pero es que ése no es el coste de la incineradora, es la financiación. Es como cuando compras un piso de veinte millones y tienes que pagar cuatro de intereses. El piso costó veinte millones, otra cosa es lo que le tengas que pagar al banco. Pero vamos a las cifras. Ahí hubo una mala información y cometimos el error de poner cifras de coste y otras de estimación financiera dentro de seis años.

-Se va a tener que hacer un vertedero para los residuos, ¿no?

-La incineradora produce dos tipos de residuos, escorias y cenizas volantes. Las cenizas volantes irán a nuestro depósito de seguridad, que ya lo tenemos, y las escorias irán a una planta de escorias que se proyecta dentro de esta incineradora. En el año 2006, teníamos un precio de incineradora de 238,6 millones de euros, pero en esas fechas no se planteaba la planta incineradora de escorias porque pensábamos que tendríamos hueco en el vertedero para almacenarlas. Pero al retrasarse el inicio de las obras, vamos a terminar la incineradora cuando se acabe el vertedero. Con esta planta conseguiremos reutilizar las escorias para hacer firme de carreteras.

-Entonces, ¿esta incineradora no va a necesitar ningún tipo de vertedero?

-Esta incineradora necesita un depósito de seguridad para las cenizas volantes, que es un vertedero. Pero las escorias nosotros queremos reciclarlas y que se usen en obra pública, pero si no fuera posible entonces tendríamos que buscarles un vertedero.

-Usted, que lleva casi treinta años en esto y que sabe lo que realmente reciclan los asturianos, ¿cree que se puede llegar a alcanzar una tasa de reciclaje del 80 por ciento?, ¿es una solución real para Asturias?

-Cogersa lleva solucionando el problema de los residuos de los asturianos desde el año 1985, fecha en la que todos los concejos empezaron a enviar aquí las basuras y se olvidaron de ese problema. Si no hubiese sido por ese vertedero no habría solución para las basuras en Asturias. Pero ese vertedero se nos acaba en 2015 y necesitamos una solución en esa fecha. Y la solución en 2015 es una batería de instalaciones de reciclaje y una planta de incineración. El horno es el pilar más importante de todo este paquete, porque es la infraestructura que más residuos va a tratar. Cuando nosotros hablamos de solucionar un problema, no podemos olvidarnos de que tenemos una fecha tope. En cuanto al reciclaje, nosotros seguimos trabajando por el reciclaje, porque aparte del horno también tenemos otras infraestructuras dedicadas a ello, pero al 80 por ciento creo que no se va a llegar. Es más, cuando se habla de porcentajes hay gente que da por válido el número de toneladas que entran a la planta de reciclaje, pero no descuentan lo que sale.

-Pero Asturias, hoy por hoy, ¿no tiene otra solución para sus residuos que no sea una incineradora?

-Si para 2015 queremos tener solucionado el problema de los residuos, tenemos que hacer una incineradora. Necesitamos una alternativa al vertedero. Si no se hace el horno, en 2015 no hablaremos ya de «incineradora, sí; incineradora, no». Hablaríamos de «Cogersa, sí; Cogersa, no». Si Cogersa no tiene sitio para depositar las basuras, dejaría de ser el organismo que solucionase el problema de basuras de los ayuntamientos.

-¿Por qué se plantea ya Serín como la ubicación oficial del horno si no se ha pasado el estudio de impacto ambiental?

-Nosotros tenemos allí unas infraestructuras necesarias para complementar una incineradora, en un enclave equidistante de Oviedo, Gijón y Avilés. El estudio de impacto ambiental analizará diferentes ubicaciones, pero estamos casi seguros de que va a ser allí, por lógica. Si tenemos que llevar las cenizas volantes a una planta que esté, por ejemplo, en Pola de Lena, andas por toda Asturias dejando residuos.

-¿Entiende que haya vecinos de Serín que estén hartos de vivir allí? Hay que reconocer que en los alrededores de la incineradora de Galicia apesta.

-Efectivamente, los vecinos de alrededor de Cogersa están cansados del vertedero, y yo los entiendo perfectamente. Pero en Sogama lo que huele es el vertedero.

-¿Usted se compraría una casa en Serín?

-Vamos a ver, yo, probablemente, si fuese de allí, seguiría viviendo allí.

-¿Los olores de la incineradora van a ser menores que los del vertedero?

-Una incineradora no tiene que dar olores. En Bilbao, donde las basuras van directamente a quemar, no hay olores.

-La de Serín ¿va a dar olores?

-La incineradora, no. La basura se deposita en un pozo, un pulpo la coge y la mete directamente en el horno. La planta asturiana no será como la de Galicia, donde hay una trituradora donde se prepara la basura y es ahí donde da olor. Es como la basura de casa, cuando da olor es cuando la tienes días parada.

-¿Qué ocurriría si el Banco Europeo de Inversiones decide denegar el préstamo, qué otras opciones barajan?

-Nosotros tenemos un proyecto, tenemos unas instalaciones, tenemos unas inversiones hechas y tenemos una capacidad financiera y una solvencia. Por eso creemos que el BEI nos va a financiar hasta el 50 por ciento. No barajamos que el BEI nos diga que no, no hacemos supuestos que no tengan una razón de ser.

-Hay países donde se hacen controles en sangre de las madres lactantes que viven en radios de 15 kilómetros de las incineradoras. ¿Los harán ustedes?

-Nosotros vamos a analizar el aire, el suelo y el agua. Ya lo hemos hecho y tenemos los resultados que ha hecho la Universidad de Oviedo, que se llama Zoreda Cero. Y cuando la planta entre en funcionamiento, se harán otra vez esos análisis, para valorar las posibles consecuencias, y lo financiará Cogersa. Y vamos a saber si ahí se está produciendo una contaminación adicional. Lo haremos para la tranquilidad de los asturianos. Si las incineradoras fuesen peligrosas, la ley las prohibiría, como cuando se prohibió enterrar las vacas detrás de las casas por la crisis de las «vacas locas».

-Le acusan de tener intereses ocultos, de defender la incineradora a toda costa.

-Nosotros estamos empecinados en solucionar el problemas de los residuos en Asturias, y queremos que Cogersa siga haciéndolo durante otros 50 años, y para seguir haciéndolo necesitamos una incineradora. Yo gano lo mismo con un horno que con una planta de reciclaje. Si tuviéramos un vertedero con vida hasta 2050 podríamos seguir discutiendo, pero ahora no.

-¿Usted recicla en su casa?

-Hago lo que puedo.

«El coste final sólo lo vamos a saber cuando se termine la obra»

«No me empecino en la incineradora, yo cobro lo mismo con un horno que con una planta de reciclaje»