Madrid, Módem Press

El presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, se mostró ayer partidario de más impuestos o «nuevos impuestos» para garantizar la viabilidad del Estado del bienestar. «El gran debate pendiente en España es el de la fiscalidad. Tenemos que preguntarnos si nuestro sistema de bienestar es sostenible con una fiscalidad seis puntos inferior a la media de la Unión Europea». Y el propio Areces se respondía a sí mismo sin solución de continuidad: «No hay sostenibilidad y gobernabilidad del sistema sin una nueva fiscalidad».

Areces realizó estas reflexiones, en las que implícitamente reclama una amplia reforma fiscal, durante la presentación en Madrid del libro, impulsado por el Gobierno asturiano «Una nueva gobernanza global: Propuestas para el debate», editado por la Fundación Alternativas, y dirigido por el vicepresidente de la misma, Nicolás Sartorius, en el que diez expertos, principalmente economistas, ofrecen datos imprescindibles en cuestiones económicas y sociales y plantean propuestas sobre cómo «vertebrar una globalización más democrática, más justa, y, sobre todo, más sostenible medioambiental y socialmente».

Para presentar el libro, prologada por Areces, se reunieron ayer en Madrid, en la Delegación del Principado en la capital, el director de la obra, Nicolás Sartorius, el propio Vicente Álvarez Areces; el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido (curiosamente, los tres coincidentes en un pasado común ligado a partidos a la izquierda del PSOE), y los periodistas Joaquín Estefanía y Margarita Sáez Díez, que acabaron dialogando sobre la globalización y una crisis, como la actual, «que es más que una crisis, y que ha afectado a las bases del sistema de bienestar», comentó López Garrido. El propio secretario de Estado para la Unión Europea mantuvo durante su intervención, como el resto de los intervenientes, la necesidad de una nueva fiscalidad, «que ya está en la agenda de la Unión Europea», y que contemple «tasas sobre las transacciones comerciales, sobre la banca, sobre los mercados financieros y sobre el medio ambiente, para que quien contamine pague.

Y es que, según López Garrido, esta nueva fiscalidad es la única manera de que los estados, que «han cambiado en los últimos veinte años impuestos por deuda», recuperen su autonomía porque en la actualidad «los mercados, los malditos mercados, tienen cogidos a los estados por el cuello».

Los intervenientes achacaron a la «falta de control y gobernabilidad» de los mercados financieros la crisis actual que padecemos y reclamaron la instauración de «mecanismo de control» y de esa «nueva fiscalidad aunque sea impopular» porque «la deuda sin fronteras es un torpedo en la línea de flotación de los estados, que están en manos de los mercados», dijo López Garrido, que sentenció: «La deuda es ingobernable si no hay otra fiscalidad». Areces defendió el papel de las autonomías y rechazó las acusaciones provenientes de diversos foros, entre ellos de Banco de España, que acusa a las mismas de ser las causantes del gran déficit que arrojan las cuentas públicas.