Las inundaciones que se registraron el pasado lunes en varios puntos de la región han vuelto a poner en la picota la eficiencia en la gestión de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), como ya sucedió tras la catástrofe del pasado mes de junio. Los ribereños de las zonas afectadas, responsables municipales de algunos de los concejos en los que se registraron situaciones de emergencia y varios cargos del PP cargaron ayer con dureza contra el organismo que preside Jorge Marquínez, a quien el diputado popular Ramón Cañal reclamó la «dimisión inmediata».

Las quejas se centran en la escasa limpieza de los cauces, el retraso en la ejecución de las obras de emergencia aprobadas tras las inundaciones de hace cuatro meses o la más que discutible gestión de la presa de Tanes, que el lunes por la mañana, cuando más llovía, estaba soltando agua. La Confederación Hidrográfica, a través de una nota de prensa emitida a media tarde, se defendió con datos de inversiones, aludiendo a la cada vez mayor ocupación de las áreas inundables y sacando a relucir fallos en las previsiones meteorológicas. De acuerdo a su versión, se esperaba un fenómeno «más extenso pero de menor intensidad». De esta forma, el organismo asegura textualmente que «la situación de desbordamiento acontecida» no estuvo motivada por la cantidad de lluvia que cayó sobre el centro y el oriente de la región, «sino por la intensidad de descarga concentrada en cortos períodos de tiempo», lo que, unido a las características de los ríos asturianos, «cortos y de fuerte pendiente», propició una «crecida de los caudales muy rápida».

Además, y frente a las críticas por una supuesta inacción, la Confederación asegura que ya ha ejecutado sesenta actuaciones destinadas a paliar los daños de las riadas de junio y que a finales de año habrá gastado más de 13 millones de euros en la restauración y limpieza de los cauces, lo que, a su juicio, supone una inversión «sin precedentes». Sin embargo, la situación que ahora pinta el organismo contrasta con los resultados del capítulo inversor incluido en las cuentas del pasado ejercicio, a las que ha tenido acceso este periódico. La Confederación Hidrográfica del Cantábrico dejó sin ejecutar 56 de los 117,4 millones de euros que tenía presupuestados como inversiones. Y lo mismo sucedió en los cuatro años precedentes, cuando también quedó sin gastar más del cuarenta por ciento del dinero para obras.

También llama la atención, y así consta en respuesta a una pregunta del PP al Gobierno central, que a la región no llegara ni un euro del plan estatal de defensa contra avenidas de 2009, dotado con dos mil millones de euros.

Las explicaciones de la Confederación no convencieron al diputado asturiano del PP Jaime Reinares, que ayer mismo anunció que en los próximos días presentará una interpelación en el Congreso para que el Gobierno explique «por qué no se tomaron las medidas necesarias para evitar las inundaciones del lunes». El parlamentario acusó a los ejecutivos central y autonómico de «incompetencia e ineficacia» por «no haber hecho absolutamente nada para que no se repitiese el problema que tuvimos en junio», y además, también responsabilizó de lo sucedido a la «dejadez» de la Confederación. A este respecto, Reinares, que es teniente de alcalde de Oviedo, reclamó la «intervención urgente» del delegado del Gobierno, Antonio Trevín, para que, según dijo, «exija a los responsables del organismo, entre ellos a Marquínez, que cumplan con sus obligaciones, o si no, que los destituya de manera fulminante».

También desde Oviedo, que el lunes volvió a vivir una situación de emergencia en Trubia, el concejal de Urbanismo, Alberto Mortera, se unió a las críticas a la gestión de la Confederación. A su juicio, este organismo «debería disolverse y las competencias de nuestros ríos pasar al Principado». Mortera añadió que «cualquier mano sería más eficaz, fuera del signo que fuera, que la inoperancia clamorosa que demuestra la Confederación Hidrográfica». «Hay inversiones previstas, pero no se llevan a la práctica, y en el invierno tendremos problemas muy serios», subrayó el edil ovetense.

Los ayuntamientos de la comarca del Nalón tampoco escatimaron críticas a la Confederación por lo que se considera falta de previsión a la hora de desembalsar agua de los pantanos del alto Nalón y por no haber notificado a las administraciones municipales las sueltas de caudal. «Estamos indignados y profundamente molestos, porque no se nos informó del desembalse del pantano como se nos había dicho en junio que se iba a hacer. Además, se ha constatado una absoluta falta de previsión, porque se podría haber anticipado en el tiempo la apertura del embalse, lo que agravó las inundaciones en el barrio de San Vicente», explicó el socialista César Núñez, alcalde en funciones de San Martín del Rey Aurelio.

Precisamente, en el barrio entreguín de San Vicente una mujer de 87 años perdió la vida el lunes tras sufrir un infarto al ver su casa inundada por segunda vez en cuatro meses. Ante esta situación, César Núñez reclamó ayer agilidad a la Consejería de Medio Ambiente para que afronte de inmediato la obra de reforma de las canalizaciones del barrio. «Esperamos que, con carácter inmediato, se inicie la obra para garantizar la seguridad ante nuevos temporales», señaló el edil.

El malestar del gobierno de San Martín es compartido por el de Langreo. Su concejal de Seguridad, Julio César García, afirmó que las presas deben desembalsar agua «con antelación y avisando a los ayuntamientos afectados», algo que no se ha producido. «Imagino que la Confederación tiene unos informes meteorológicos que alertan si va a haber lluvias intensas. Es un fallo grande; no se puede esperar al último momento, cuando el caudal del río ya es alto, porque eso favorece las inundaciones en las zonas de riesgo». Y añadió: «Al final, los ayuntamientos, los que menos culpa tenemos en todo esto, somos los que pagamos el enfado lógico de los vecinos. Además, deberían avisarnos cuando sueltan agua para, al menos, estar en alerta». García indicó que a las dos de la tarde del lunes se llegó a desembalsar desde el sistema de pantanos del alto Nalón un caudal de 195 metros cúbicos por segundo.