Oviedo, L. Á. VEGA /

M. J. IGLESIAS

El temporal «Becky» volvió a barrer la región por segundo día y dejó media costa asturiana inundada. El mar penetró en los cascos urbanos de Ribadesella, Luanco, Tazones (Villaviciosa) y Cudillero, lo que desató la inquietud entre los vecinos. Desde el ciclón «Claus», que machacó la costa asturiana hace dos años, no se veían escenas como las de ayer. Las olas alcanzaron los once metros y medio de altura, según datos del puerto de Gijón, y el viento alcanzó rachas de más de cien kilómetros por hora en Cabo Peñas (109 km/hora) y el aeropuerto de Asturias (107 km/hora). Un mar embravecido ofreció escenas de gran belleza en toda la costa asturiana, pero el peaje fueron los daños en paseos y playas. El temporal comienza a remitir hoy, miércoles, con un ascenso de la cota de nieve y un paulatino debilitamiento de las precipitaciones, aunque en las primeras horas serán fuertes en la costa. Se esperan aún vientos fuertes, de hasta 80 kilómetros por hora.

El grueso de las inundaciones se produjo a última hora de la madrugada y primera hora de la mañana, con la pleamar. En Ribadesella, el mar rebosó el cantil y se desbordó por las calles, hasta alcanzar en algunos puntos el medio metro de altura. En el paseo de la playa, el mar batió con tanta fuerza que destrozó los cierres de algunos chalés y lo dejó todo cubierto de troncos, probablemente los que hace una semana larga arrastraron al mar las inundaciones. En Llanes, el mar produjo daños en el paseo de San Pedro.

La comarca avilesina fue de las más golpeadas y fue necesario cortar los accesos a la costa en algunos puntos. En Salinas (Castrillón) se cerró la carretera a Arnao. El temporal dejó la playa cubierta de troncos y otros restos. En el aeropuerto de Asturias se suspendió un vuelo a París y hubo retrasos en media docena de enlaces, de hasta media hora.

Otras localidades castigadas por el fuerte oleaje fueron Tazones (Villaviciosa), donde el mar se desbordó por las canalizaciones, y Luanco (Gozón), donde se inundó la zona de la playa de la Ribera. En Moniello y Antromero también hubo daños.

En el Occidente, el mar destrozó la planta baja del Museo del Calamar Gigante. En Tapia de Casariego, hubo destrozos en el campo de fútbol. En Cudillero, el mar batió con fuerza y el centro de día quedó destrozado, así como la playa artificial inaugurada en verano. En Gijón llegó a desbordarse el río Piles, y el paseo del Muro hubo de ser cerrado en varios puntos.

Las precipitaciones fueron inferiores a las de ayer. No hubo riesgo de riadas en el interior. En Pola de Lena, el desbordamiento de un riachuelo que pasa cerca de la barriada minera del Masgaín causó una inundación «menor». Las abundantes precipitaciones ocasionaron inundaciones en algunos locales de Pola de Lena, informa C. M. BASTEIRO.

Las temperaturas se movieron entre los 12,8 grados de máxima que registró Gijón y los cero grados de Pajares y Leitariegos ayer por la tarde. En la Cordillera y los Picos de Europa se produjeron copiosas nevadas. El puerto de Aristébano, en Tineo, quedó cerrado por la nieve, y se precisaron cadenas para circular por los de Leitariegos, Cerredo, Somiedo y Ventana. Hasta las cinco de la tarde, el 112 atendió un total de cuarenta y cinco incidencias por caídas de árboles, desprendimientos de tierra, retiradas de elementos peligrosos, etcétera.