Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

Feve, empresa ferroviaria de vía estrecha con una gran implantación en Asturias, quedará al margen del programa de cierres de líneas deficitarias que tiene previsto aplicar el Ministerio de Fomento. Para ello, el departamento que dirige José Blanco tiene previsto declarar la red de la compañía de «interés público», con lo que aquellos trayectos sin rentabilidad económica podrán acceder a subvenciones tanto del Gobierno central como de la Unión Europea (UE) para evitar su clausura. La intención de Fomento pasa por el hecho de que el Consejo de Ministros apruebe la medida antes de que concluya el presente año y que, a continuación, traslade el acuerdo a Bruselas.

De esta forma, y con Feve «blindada» por la declaración de interés público, la única línea ferroviaria asturiana que correría riesgo de caer bajo la tijera de Fomento es el itinerario regional de Renfe entre Gijón y León. Sin embargo, los portavoces de la empresa han indicado que se trata de una línea que acaba de ser modernizada y que, desde luego, no está en la misma situación que Madrid-Burgos, la que puso como ejemplo Blanco el pasado mes de julio para explicar los recortes en el servicio ferroviario estatal. Según dijo el Ministro, el trazado de la capital de España a la ciudad castellana apenas tiene viajeros y resulta especialmente deficitario.

Además de declarar la red de interés público, Fomento también tiene decidido que Feve, que ha perdido un seis por ciento de viajeros en el último año, se disgregue en dos empresas, siguiendo el modelo de Renfe, con lo que la gestión del tráfico quedará por un lado y la de la infraestructura por otro. De esta forma, la compañía que preside el leones Ángel Villalba no sólo adapta su estructura a lo que demanda la legislación en materia ferroviaria, sino que también se prepara para la liberalización del mercado de viajeros, lo que acabará con el uso exclusivo del tendido de vía estrecha por parte de Feve. Además, la nueva estructura también persigue que la división de viajeros pueda cerrar los ejercicios sin números rojos, como exige Europa, dado que, además, las subvenciones públicas se circunscribirán únicamente al mantenimiento de las infraestructuras ferroviarias.

En principio, los sindicatos no ponen objeciones de fondo a la disgregación de Feve en dos empresas, pero alertan de que no tolerarán que por esa puerta se cuele una privatización encubierta de parte de la compañía. «Estaremos en alerta», advierte Joaquín Alonso, secretario general de CGT en Feve.

Por otro lado, y en el transcurso de una reunión mantenida en Madrid por los dirigentes de las centrales sindicales de Feve con altos cargos del Ministerio, Fomento ha dejado claro que no tiene previsto ni la integración de Feve en Renfe ni el traspaso de la compañía a las comunidades autónomas en las que presta servicio.