Oviedo, L. Á. VEGA

Un economista con despacho en Oviedo, cuya identidad se corresponde con las iniciales M. J. I. Á. F.-P., se enfrenta a una petición de condena de dos años y medio de cárcel por defraudar a Hacienda un total de 232.000 euros, según el ministerio público.

Por un lado, en la declaración de la renta de 2002 indicó que había ingresado a lo largo del año un total de 24.000 euros, con lo que le salió a devolver 3.890 euros, cuando en realidad había percibido por su actividad profesional el doble: 48.000 euros.

No sólo eso, siempre según el escrito de acusación del fiscal, el acusado habría concebido un plan junto a su hermano, el abogado J. S. Á. F.-P., contra el que se sigue otro proceso, para realizar una venta y ocultar a Hacienda sus ganancias. Para ello utilizaron de testaferro a un hombre de condición humilde -vivía en una caravana en el interior de una finca del Cristo- ya fallecido, quien apareció en la operación de venta como propietario de los terrenos, cuando en realidad nunca había poseído título alguno sobre ellos. La finca en cuestión, «La Cristobalona», en San Esteban de las Cruces (Oviedo), fue vendida a la empresa Constructora del Principado el 18 de abril de 2002.

La finca fue vendida por 817.000 euros, de los cuales fueron ingresados en una cuenta del Barclays Bank 368.000. La cuenta había sido abierta por el acusado, según el fiscal, y en ella figuraba el testaferro como titular y el economista como autorizado. Fue finalmente el economista el que se benefició de las cantidades. Al testaferro le entregó una pequeña suma de dinero. Según el ministerio público, con la venta, el economista debería haber declarado unos ingresos de medio millón de euros.