Oviedo, Pablo GONZÁLEZ

Javier Fernández secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA) y candidato a la Presidencia del Principado, no teme que el electorado le dé la espalda en las elecciones autonómicas de la próxima primavera en castigo por las medidas contra la crisis, como la reforma laboral o la de las pensiones, que está adoptando el Gobierno central que preside su compañero de partido José Luis Rodríguez Zapatero.

Además, y ante la petición del barón socialista José María Barreda, presidente de Castilla-La Mancha, de celebrar unas primarias para elegir al candidato socialista para las generales de 2012 en el caso de que Zapatero renuncie a repetir, Fernández apostó por la continuidad del político leonés, siempre que éste no diga lo contrario. «Es él quien debe tomar la decisión. No contemplo otra (posibilidad) que la continuidad mientras él no contemple otra distinta», dijo.

En cuanto al efecto bumerán que las medidas de Zapatero puedan tener en las autonómicas, Fernández cree que tiene un antídoto para mitigar el descontento que producen entre los votantes iniciativas tan impopulares como la ampliación de la edad jubilación o la reforma laboral: la pedagogía. Fernández está convencido de que los ciudadanos no se guían a la hora de votar exclusivamente por la situación económica. «¿Por qué tiene que haber merma de votos?», se preguntaba ayer Fernández, «la gente es muy sensata y muy responsable, lo que hay que hacer es explicar las cosas bien. No veo por qué hay que establecer una relación tan directa».

El candidato socialista apuesta por la capacidad de análisis del electorado que le permitirá vislumbrar cómo el PP quiere aprovechar la crisis para privatizar servicios públicos esenciales. «Todo el mundo sabe que estamos viviendo la crisis más dura en ochenta años. Lo que hay que explicarle a la gente es que en España ha habido otras crisis y siempre se ha salido de ellas con tres medidas: devaluación, aportación positiva de la construcción y con reformas económicas. Ahora no se puede devaluar la moneda porque no depende de España y la construcción todavía no aporta. Lo que queda son las reformas. Hay que hacer reformas para salir de la crisis. Y ésta es la idea que hay que explicar», dijo.

Aun así, y a pesar de que las encuestas a escala nacional vaticinan una descalabro socialista si las elecciones se celebrasen en este momento, Fernández no pierde el ánimo. «Los sondeos son una cosa y la realidad es otra. No creo que sólo la crisis económica esté en la decisión de los ciudadanos. Son capaces de discriminar. Las políticas que se hacen en las autonomías, aunque hay cuestiones de promoción económica, tienen que ver esencialmente con el mantenimiento de los servicios públicos. Y la ciudadanía sabe discriminar muy bien la opinión que cada partido tiene sobre estos asuntos», señaló.

Fernández realizó este análisis de la actualidad tras la segunda de las reuniones que ha programado para presentar el programa socialista para las próximas elecciones a los principales agentes sociales de la región. Ayer fue el turno de CC OO.