Oviedo

Este año, el solsticio de invierno coincide con un eclipse total de Luna, un fenómeno que tiene lugar cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna llena (los eclipses lunares sólo se producen en esta fase) y proyecta sombra sobre ella. Se apreciará entre las 08,40 y las 09,54 (hora española).

El tamaño del ecuador terrestre, más de 100 veces inferior al del Sol, hace que nuestro planeta proyecte una sombra convergente y un cono de penumbra divergente. El eclipse lunar se origina porque la altura del cono de sombra es superior a la distancia entre la Tierra y la Luna (384.403 kilómetros en promedio). El satélite entra primero en la zona de penumbra (06,28 horas, en esta ocasión), después se produce un eclipse parcial (06,32 horas) y, finalmente, se llega al eclipse total, que alcanzará su máximo a las 09,17 horas. A continuación, el proceso se invierte, de modo que se pasa a un eclipse parcial (que finalizará a las 11,02 horas) y, seguidamente, a un efímero eclipse penumbral.

Durante el eclipse, la Luna se tornará rojiza; esto se debe a que la luz roja atraviesa la atmósfera, mientras que la luz azul es filtrada y dispersada (por eso el cielo es azul).

Los próximos eclipses totales de Luna tendrán lugar el 15 de junio y el 10 de diciembre de 2011.