Oviedo, Javier CUARTAS

El sector asturiano de la edificación sufrió el año pasado un nuevo desplome: durante el pasado ejercicio sólo se iniciaron en Asturias 2.548 viviendas en obra nueva en bloque, el 40,55% menos que un año antes. La actividad se sitúa así en niveles mínimos, al cabo de tres años desde que pinchara la «burbuja» inmobiliaria española como consecuencia del colapso bancario y crediticio internacional y del derrumbe previo del sector inmobiliario de EE UU.

Con el contundente retroceso de 2010, el sector asturiano de la edificación acumula cinco ejercicios consecutivos de caída del número de viviendas iniciadas. La obra nueva emprendida el año pasado (2.548 viviendas) supone un descenso del 84,17% respecto al año cumbre de la edificación asturiana (2005), un ejercicio en el que se habían emprendido en la región 16.103 nuevas viviendas.

Según datos de la patronal sectorial asturiana de la construcción (CAC-Asprocon), durante el último año se iniciaron en la comunidad 2.548 viviendas, lo que supone una diminución en la edificación del 40,55% respecto a las 4.286 viviendas iniciadas el año anterior, que ya entonces marcó un hito por la debilidad de la actividad edificatoria.

«La tendencia sigue siendo a la baja», apostilla la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC-Asprocon).

Los datos divulgados por esta asociación empresarial se refieren al periodo comprendido entre el 1 de diciembre de 2009 y el 30 de noviembre de 2010 y su comparativa se establece con el mismo periodo temporal de un año antes.

De los ocho municipios asturianos más relevantes, la principal caída la sufrió Llanera, donde no se registró el arranque de ninguna nueva obra y Llanes, donde el retroceso fue del 93,335. En Gijón, la principal ciudad de Asturias y que venía suponiendo casi el 40% del total de la actividad edificatoria, el descenso fue del 63,96%. En Siero y Oviedo los retrocesos fueron del 47.86% y 41,18%, respectivamente.

El crecimiento porcentual más espectacular lo protagoniza Villaviciosa, que triplicó la obra nueva (pasó de 28 a 84 viviendas emprendidas), aunque sólo aporta el 3,30% del total de la nueva edificación asturiana. Es más significativo, por ello, el aumento de la actividad en Avilés, donde la obra nueva emprendida creció el 96,17% y aportó el 14% del total asturiano. En Castrillón también crecieron las nuevas iniciativas, con un aumento del 76,92%.

La comparativa con la serie estadística de SADEI permite vislumbrar que no hay precedente de tanta atonía en el sector de la edificación asturiana desde que arrancara el ciclo de la última bonanza económica, justo cuando la economía española creció -de forma mucho más desproporcionada que la asturiana- a lomos del sector inmobiliario y de la gran «burbuja» que permitió edificar en España cada año más viviendas que la suma de Reino Unido, Francia y Alemania.

En Asturias, aunque de forma menos rauda y exagerada, el sector siguió también una tendencia alcista hasta las 16.103 viviendas iniciadas en 2005. A partir de entonces se inició un descenso, que se aceleró sobremanera a partir de 2008, con la crisis internacional. Desde esa fecha se puede hablar de desplome más que de ajuste o contención del sector.

En el periodo analizado por CAC-Asprocon, el número de edificios que se pusieron en marcha en Asturias se redujo el 39,74% (se pasó de 151 a 91), un recorte ligeramente menor que el de total de viviendas. Pero el suelo ocupado para estas promociones sufrió una disminución algo más acusada: se contrajo el 41,18%. Si en 2008-2009 se había construido una superficie de 642.362 metros cuadrados, en los doce meses siguientes apenas se edificaron 377.812 metros cuadrados. Esta discrepancia obedece a que ha disminuido ligeramente (el 1,07%) la superficie media por vivienda de nuevas construcción: se ha pasado en el periodo de 149,87 metros cuadrados a 148,28.

Por el contrario, el presupuesto de ejecución material del total de los edificios residenciales iniciados en bloque en el último año descendieron mucho menos (el 28,93%), lo que evidencia que el mercado no ha corregido los factores de coste de la vivienda pese a la constante caída de las ventas de los últimos años.

Es más, en Asturias el coste medio de ejecución por metro cuadrado (sin licencias ni impuestos) no sólo no ha descendido, tras tres años de crisis inmobiliaria, sino que ni siquiera se ha congelado en términos nominales. Por el contrario, ha experimentado respecto al año precedente un «moderado ascenso»: se encareció el 20,83%.

Caso distinto es de las nuevas edificaciones de viviendas unifamiliares, que apenas cayeron el 7,74% en Asturias, su superficie media aumentó el 2,66% y su precio por metro cuadrado creció el 5,04%.