Gijón, R. G.

Marta Renedo Avilés entró en la Administración pública asturiana en 2003 como jefa del Servicio de Promoción Cultural, de la mano de la que por aquel entonces ejercía como responsable de Cultura del Principado, Ana Rosa Migoya. «Han tenido una relación muy estrecha entre las dos siempre», aseguraban ayer fuentes cercanas a la funcionaria. Tanto que Migoya trasladó a su departamento a la gijonesa cuando llegó al puesto de consejera de Administraciones Públicas. Entonces la ahora detenida comenzó a ejercer como jefa de Servicios Administrativos.

En febrero de 2010 Migoya decidió destituirla. La Policía investigaba por aquel entonces las supuestas adjudicaciones irregulares que Renedo había realizado a favor de su propia empresa de informática. Esta sociedad llegó a facturar medio millón de euros. «Desde febrero de 2010 no hemos sabido más de los tribunales», asegura el abogado de la ahora detenida, «hemos enviado dos escritos al Juzgado poniéndonos a disposición de la magistrada que investiga el caso para que tomara declaración a mi clienta y no se ha hecho nada». Once meses después de su cese, Marta Renedo, una mujer que muchos funcionarios recuerdan «atractiva» y de «vistosa» apariencia tras un cambio de «look», fue detenida el lunes.