Oviedo / Madrid, E. F.

Los miembros del comando de la banda terrorista ETA que asesinaron a la guardia civil Irene Fernández Perera, natural de Las Agüeras (Quirós), en Sallent de Gállego (Huesca), se enfrentan a una petición de 75 años de cárcel por parte de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. El ex dirigente etarra Francisco Javier García Gaztelu, «Txapote», se enfrentará a una petición del fiscal de 75 años de cárcel por ordenar y facilitar información para la colocación de la bomba-lapa en los bajos del todoterreno en el que iba la agente asturiana y su compañero, también fallecido, en agosto de 2000.

Junto a «Txapote» serán juzgados los miembros del «comando Totto» Aitor Aguirrebarrena y Asier Arzalluz, para los que la Fiscalía de la Audiencia Nacional solicita la misma pena de cárcel que al ex dirigente etarra y pide, además, que los tres indemnicen a los padres de los agentes con 500.000 euros a cada uno. En su escrito de calificación, dirigido a la sección primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que aún tiene que señalar la fecha de la vista oral, la fiscalía relata que «Txapote» informó al miembro del «comando Totto» José Ignacio Guridi Lasa (ya condenado por estos hechos) de la existencia de un Nissan Patrol de la Guardia Civil en Sallent de Gállego «al que se podía colocar una bomba-lapa en los bajos» porque permanecía fuera del cuartel por falta de espacio. Los miembros del comando se trasladaron en agosto de 2000 hasta el cuartel en un vehículo propiedad de la entonces novia de Aguirrebarrena y, una vez contrastada la información de «Txapote», regresaron a Guipúzcoa. Después de que el ex dirigente etarra facilitara en Francia los explosivos a Aguirrebarrena, Guridi Lasa confeccionó la «bomba-lapa» en una cuadra de cabras que su familia tiene en Cizurkil (Guipúzcoa).

El 19 de agosto, los tres miembros del comando viajaron hasta Sallent de Gállego y a su llegada, a las 23.00 horas, Guridi Lasa colocó la bomba-lapa y regresaron a Guipúzcoa. Sobre las 6.00 horas del 20 de agosto, cuando los agentes Irene Fernández y José Ángel de Jesús Encinas subieron al todoterreno estalló la bomba que acabó con sus vidas, cuando el vehículo estaba dando marcha atrás. Irene Fernández Perera murió en el acto. Su compañero, José Ángel de Jesús, resultó herido muy grave y falleció horas después en un hospital de Huesca

Además de la muerte de los dos agentes, la explosión produjo un cráter en el suelo de 80 x 50 centímetros y causó desperfectos en los vehículos aparcados en la zona y en inmuebles, por lo que la fiscalía pide también que los acusados indemnicen a sus propietarios por los daños. El atentado fue reivindicado por ETA a través de un comunicado publicado en el diario «Gara» el 1 de septiembre de 2000.