Oviedo, Raquel L. MURIAS

El rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor, cree que la adecuación al «plan Bolonia» «trae una mayor carga de trabajo a los profesores y éste es uno de los motivos principales que creemos que ha disparado la solicitud de prejubilaciones en la Universidad».

Gotor explicó ayer que este año se han recibido 92 solicitudes de profesores que quieren prejubilarse o acogerse a las jubilaciones anticipadas incentivadas. La cifra supone casi el doble de las prejubilaciones del año pasado, cuando 58 docentes de la Universidad de Oviedo se acogieron a la prejubilación. Además, la mitad de las solicitudes presentadas para jubilarse este año corresponden a docentes que están entre los 60 y los 61 años.

Si la Universidad de Oviedo diese luz verde a todas las solicitudes, supondría un desembolso económico de tres millones de euros. Por esta razón la Universidad dará prioridad a las personas que estén cerca de cumplir los 70 años y, además, hay que echar cuentas, ya que según explicó ayer el vicerrector de área, Julio Antonio González, «es imposible» que la Universidad desembolse ahora tres millones para financiar todas estas solicitudes de prejubilaciones. «Sabemos que había muchos profesores que se habían hecho la ilusión de prejubilarse, aunque todavía no sabemos si se les va a denegar o no», matizó el rector de la Universidad.

El consejo de gobierno de la institución académica aprobó ayer, con treinta y dos votos a favor, dos en contra y cuatro abstenciones, la modificación del acuerdo sobre medidas incentivadoras para la jubilación voluntaria, ya que la Universidad «no puede» atender a todas estas solicitudes. Gotor puntualizó que además del «plan Bolonia», muchos han optado por solicitar la prejubilación ahora ante el temor de que «luego bajen las pensiones». Gotor fue claro: la Universidad no puede asumir ahora estos costes y matizó algo más: «El que se jubila se va para casa». Según el rector, hay profesores que después de acogerse a la jubilación anticipada quieren seguir utilizando «el teléfono y el despacho» y «eso es un fraude». El vicerrector también advirtió de que hasta este año no se había denegado a nadie la solicitud de jubilación anticipada en la Universidad de Oviedo, pero señaló que siempre se había dado luz verde a los procesos porque el número de peticiones era «aceptable», algo que a su entender no ocurre este año. Los costes de estas prejubilaciones se engloban dentro de los presupuestos de los próximos años de la Universidad, según explicó Gotor.

El rector también quiso responder a las declaraciones del consejero de Educación, Herminio Sastre, en las que aseguró que la Universidad nunca había tenido tantos medios como ahora. «Menos cemento y más conocimiento. Si no tenemos técnicos, de poco nos sirven los aparatos», esgrimió el rector, que insistió en la necesidad de que Asturias, al igual que otras comunidades como el País Vasco o Cantabria, debe disponer de sus propios institutos de investigación. En el consejo de gobierno de la Universidad también se aprobaron nuevos «filtros» más estrictos para nombrar a profesores eméritos.