Oviedo, R. L. MURIAS

La temporada de pesca arranca hoy en Asturias cargada de incertidumbre. La caída en picado del número de capturas de salmón registradas en los últimos años en el Principado deja poco hueco al optimismo. Sin embargo, las restricciones que el Principado aplicó el año pasado por primera vez, recortando la temporada, abriéndola y cerrándola con un período de capturas sin muerte, consiguieron que quedasen en el río miles de salmones, un primer paso para lograr que «el rey del río» no termine por desaparecer en la región, donde se vive la captura del salmón casi como un ritual. La temporada que empieza hoy mantiene la filosofía del año pasado. La única novedad es que el año pasado los viernes eran días de coto parcial y en esta temporada se recuperan como días hábiles de pesca libre. Aun así se mantiene el cupo máximo de tres capturas por pescador y el período de pesca con muerte queda establecido en un mes y medio, la mitad de lo que tradicionalmente duraba la temporada. Los pescadores de salmón en Asturias, unos seis mil, disfrutarán de 54 días de pesca con muerte este año, los mismos días que en 2010.

En la temporada 2009 sólo se consiguieron pescar 356 ejemplares (el año anterior las capturas habían sido de 1.352 salmones) y fue lo que hizo a la Consejería de Medio Ambiente plantearse la necesidad de tomar medidas para atajar lo que parecía ya una sentencia de muerte del salmón en Asturias. Pero lo cierto es que aunque el año pasado fueron muchos los salmones que se quedaron en el río habrá que esperar cuatro o cinco años para saber si realmente las medidas han dado el efecto esperado. Y es que el salmón, desde que nace en el río y regresa al mar, tarda cuatro o cinco años en volver al cauce en el que salió del huevo.

Celestino Pérez, presidente de la sociedad de pesca Las Mestas del Narcea, con 1.400 asociados, explica que «hay que ser precavidos, aunque los indicios anteriores nos indican que puede ser una temporada buena». Otras de las novedades que la normativa implanta este año es la modificación que se hace en los cotos parciales, que quedan establecidos como tales los martes y los miércoles. La realidad del río, por tanto, cambia. Y los pescadores están algo más conformes con la normativa de este año. A pesar de todo, la mayoría de los aficionados espera con cautela a ver qué pasa este año.

«Saber las capturas de este año es un gran enigma, si miramos los últimos años está claro que cada temporada se hace más escaso el remonte de los salmones. Igual que este año pasado llegaron a última hora unos salmones añales, lo que sabemos es que se está reduciendo el remonte de los ejemplares reproductores», asegura Román Herrero, de Fuentes del Narcea. «Esperamos una campaña similar a la del año pasado o al menos no peor», explica Avelino Menéndez, de la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, el colectivo con mayor número de licencias en Asturias.

Hay opiniones más optimistas, como la del presidente de La Socala, en el Esva, Gil Ramón Rico, que asegura que «el año pasado quedaron muchísimos salmones en el río y esperamos una temporada mejor que la del año pasado». Antón Caldevilla, presidente de El Esmerillón, la mayor sociedad de pesca del oriente de Asturias, asegura que «no sabemos con qué nos vamos a encontrar. Yo creo que encontrar más salmones en el río que el año pasado va a ser difícil, otra cosa será lo que nos dejen pescar, el problema es que no nos dejen pescar». Antón Caldevilla es uno de los pescadores más puristas y asegura que «sí que hay salmones en el río, lo que pasa es que la Consejería no quiere que pesquemos; 2009 fue un año excepcional, como 1999, que fue el peor de la historia. No se puede aplicar una normativa así de estricta sólo porque un año hay malos datos, ya que eso son ciclos».

Lo cierto es que la pesca del salmón en Asturias está cambiando. Al igual que pasa en otros países con gran tradición salmonera, como es el caso de Noruega, donde la pesca sin muerte prima sobre la tradicional. Con todas estas modificaciones, también son menos los que solicitan coto para pescar salmón en las riberas asturianas. En 2010, la Consejería de Medio Ambiente registró 2.271 solicitudes de cotos (en cada uno de ellos pescan tres aficionados al día), este año la cifra ha bajado hasta las 1.889 solicitudes.

El futuro del salmón en Asturias es incierto. Hoy se abre una temporada de pesca que para muchos es descafeinada, ya que aunque el salmón pique hoy, lo que hace dos años sería el «campanu», ahora tendrá que volver al río a seguir su vida dentro de las aguas.

El negocio del salmón mueve en Asturias una media de seis millones de euros al año y para muchos concejos de tradición salmonera la permanencia de este animal es un sinónimo de riqueza. Además, el turismo del salmón atrae cada año a cientos de aficionados de otras regiones. «Creemos que al permitirse este año que se pesque los viernes, que se suman al sábado y al domingo, podrán mejorar los datos de la afluencia de aficionados de otras comunidades», asegura Celestino Pérez.

Asturias arranca hoy su temporada de pesca salmonera, que se inicia, por segundo año consecutivo, con un período de pesca sin muerte. Un modelo que muchos defienden para garantizar la permanencia de la especie y que, sin embargo, a otros les ha quitado la ilusión de salir al río.