Nuevo revés para la recuperación del oso pardo. Un ejemplar hembra de quince meses fue hallado ayer herido muy grave de una dentellada, que supuestamente le dio un oso adulto, en el parque natural de Las Fuentes del Narcea, a la altura del pueblo de Larón, en Cangas del Narcea. Fueron dos miembros de la Fundación Oso Pardo (FOP) los que, durante una vigilancia rutinaria, se percataron de la presencia de un oso que hacía movimientos extraños. El avistamiento se produjo sobre las doce del mediodía y los guardas, nada más corroborar que las heridas revestían gravedad, dieron parte a la Consejería de Medio Ambiente. Todo apunta a que la osa ha sufrido el ataque de un animal de mayor tamaño que le ha asestado una gran mordisco en la cadera. La osa podría llevar varios días herida, de hecho sólo pesa treinta kilos, está muy débil y apenas se mueve.

Una patrulla de la Guardia Civil y personal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Seprona se desplazaron hasta Larón, donde pusieron en marcha un operativo para anestesiar a la osa y transportarla hasta Oviedo, a una clínica veterinaria donde ayer fue sometida a un chequeo general y se le practicaron curas para intentar que cierre la herida. Veinte profesionales participaron en la complicada operación de manejo. «La osa está muy grave», concretó Javier Naves, biólogo e investigador de la Universidad de Oviedo que colaboró en el traslado del animal.

Sobre las ocho de la tarde se consiguió meter al animal, ya dormido, en una jaula especial de forma cilíndrica que, tirada por un todoterreno, transportó a la osa desde Larón hasta el mismo centro veterinario en el que se trató a «Villarina», la osa que apareció malherida en una cuneta en Somiedo en el verano de 2008 y que logró restablecerse de sus heridas y reintegrarse en su hábitat natural. Tres veterinarios se encargaban ayer de hacer los primeros análisis a la osa, que ha pasado la noche en la UVI. Según explicó Félix García Gaona, director general de Biodiversidad y Paisaje del Principado de Asturias, «hay que evitar que la osa tenga contacto con los humanos por si se decidiese reintroducirla en el monte».

Aunque se barajan otras hipótesis, se cree que la osa aparecida ayer, bautizada como «Lara» en honor al pueblo donde fue hallada, puede ser uno de los dos esbardos que quedaron huérfanos en Degaña el pasado mes de septiembre y del paradero de cuya madre nunca más se supo. Todos temen que esté muerta. «Es muy probable que sea una de estas crías porque Fondos de Veiga, que es la zona por donde se las veía mucho, está a menos de dos kilómetros de Larón y estos animales se mueven mucho», asegura uno de los guardas del parque natural de Las Fuentes.

Si «Lara» no se recupera supondría un grave revés en la lucha por la conservación y la recuperación del oso pardo cantábrico, principalmente porque es una hembra y está en edad de reproducirse. «De momento hay que intentar que salga adelante y después ya se irán tomando las decisiones oportunas», concretó el presidente de la FOP, Guillermo Palomero. La zona donde se encontró la osa es uno de los grandes enclaves de presencia de osos en Asturias. En un principio se barajó la posibilidad de que las heridas pudieran ser a causa de un atropello, ya que Larón se ubica en una zona cercana a la antigua carretera del Rañadoiro, pero luego se descartó. La gravedad de las heridas de «Lara» hizo necesario su traslado urgente a Oviedo, desde donde cuando mejore se la derivará al Centro de Recuperación de la Fauna de Sobrescobio para continuar con su curación.