Ni los guardas, ni los responsables de la Consejería de Medio Ambiente ni la organización de Asturpesca tenían ayer ninguna duda de la autenticidad del «campanu» y la subasta se llevó a cabo según lo previsto a la una de la tarde.

Colocándose al margen de la polémica, Alberto Fernández Rubio, ribereño natural de Trevías, se mostraba ayer orgulloso de haber sacado del río el primer salmón de la temporada y aseguró que los comentarios sobre la autenticidad del «campanu» «suelen repetirse cada año». Fernández Rubio pescó el salmón a cucharilla y a las siete menos cinco de la mañana su captura era presentada en el centro de precintaje de La Rodriga. Ya en la subasta, el grupo empresarial gallego ODL, que pagó 6.000 euros, se llevó la pieza. Esta cantidad es la más baja ofrecida por el primer salmón asturiano de la temporada en los últimos años.

La crisis y las sospechas sobre si el salmón era realmente el primero del año, no facilitaron que la puja alcance cifras similares a las de otros años. Nicolás Parrondo, el hostelero asturiano afincado en Madrid que más veces pujó por llevarse el primer salmón y que este año se retiró de la subasta por cuestiones de trabajo que le impidieron venir a su cita con Cornellana, explicaba ayer en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA que «me han llamado varios amigos pescadores y me han dicho que hay muchas dudas sobre el salmón. Sinceramente, es una pena que se ensombrezca una fiesta como ésta, pero debería de vigilarse más quién captura la primera pieza».

Alberto Fernández, pese a todo, se mostraba sonriente con su pieza en el cesto. Como explicó el veterano pescador, que durante la temporada 1981 precintó 179 salmones, «echar a tierra el "campanu" de 2011 fue cuestión de suerte. Fue como si un delantero tira a lo tonto a puerta y hace un gol por toda la escuadra. Tuve suerte, porque lancé y picó a la primera. En tres minutos estaba fuera del agua». Con 67 años, este jubilado que pescó su primer salmón hace 51 años, nunca antes había conseguido un «campanu». Siete minutos después de precintar su captura, salía del Esva la segunda pieza del día.

Ayer, participaron en la puja cinco establecimientos: los restaurantes La Cueva del Pulpo, El Porcón, Bocamar-Peñamea y la empresa gallega ODL. Fue la firma gallega la que finalmente se llevó el primer salmón después de subir su oferta hasta los 6.000 euros. El público de la subasta animó a los pujadores para aumentar el precio del salmón, pero ninguno de los hosteleros se animó. Así que el «campanu» de 2011 alcanzó el precio más bajo de los últimos años. En 2004 y en 2007, se vendió por 18.000 euros.

Finalizada la subasta, el pescador valdesano dio por bueno el precio alcanzado por su captura. «No es mucho dinero, pero hay que adaptarse. Lo guardaremos para ir gastando», comentó.

Una vez más, la subasta fue un gran momento de una jornada marcada por la abundancia de capturas. Sólo a las doce y media del mediodía habían salido de los ríos asturianos 25 salmones, y al cierre de esta edición la cifra había aumentado hasta los 57 ejemplares. Parece que las medidas adoptadas por la Consejería de Medio Ambiente reduciendo la temporada de pesca con muerte a un mes y medio han dado sus primero frutos. Este año, se sabía que había muchos salmones en el río, y los pescadores han tenido suerte. El río que más salmones dio ayer fue el Sella, donde se precintaron treinta ejemplares. Con las cifras más bajas se quedó el Esva, donde sólo se precintó el «campanu».

La primera jornada de pesca con muerte de la temporada en Asturias sólo se vio empañada por la dudas sobre el «campanu» de Asturias. Desde la asociación las Fuentes del Narcea, su vicepresidente Román Herrero, explica que para garantizar y saber con un cien por cien de fiabilidad quién y dónde se pescó el «campanu», «el primer día de pesca se debería de permitir pescar sólo en cotos, por ejemplo, y siempre bajo la supervisión de la guardería para que no se produzcan estas sospechas que no benefician nada ni a la pesca ni al fiesta del salmón ni a los pescadores».

De momento, el equipo jurídico de las Mestas del Narcea ya se puso ayer manos a la obra para estudiar el caso. Celestino Pérez, presidente de la entidad, muy indignado, declaró que «lo que no se puede permitir es que el que ha pescado el primer salmón se quede sin disfrutar de la subasta por la picaresca de unos pocos». Desde la sociedad de pesca creen que el Principado se «desinteresó del caso» y que no «quisieron prestar atención a nuestra denuncia, cuando había más de diez personas dispuestas a declarar que nadie vio al pescador en La Hortona».