Oviedo, Raquel L. MURIAS

Cuando se cumple un mes del rescate de la osina «Lara», que apareció malherida en un monte de la localidad de Larón, en el parque natural de Las Fuentes del Narcea, las noticias sobre su estado de salud son muy optimistas. La esbarda se recupera de la enorme dentellada que otro oso mayor que ella le asestó en un costado, una herida que puso en peligro su vida y que obligó a la pequeña osa a tener que se ingresar en una clínica ovetense para realizarle las curas y la sutura de la herida.

Los veterinarios tuvieron que darle más de cien puntos para cerrarle la brecha, que estaba infectada por gusanos. Además, la osa pesaba muy poco, ya que su dificultad para moverse le hizo tener también problemas para alimentarse. Cuando los miembros de la Fundación Oso Pardo la encontraron mientras hacían una ruta de seguimiento por la zona, se temieron lo peor. «Lara» estaba muy débil. Enseguida movilizaron a la guardería de la Consejería de Medio Ambiente y al equipo veterinario, que decidió trasladarla, ya sedada, a la misma clínica en la que se había tratado a «Villarina», en Oviedo. Las primeras valoraciones de la Consejería de Medio Ambiente no eran nada optimistas, ya que recalcaban una y otra vez que el animal estaba «muy grave». Sin embargo, el equipo veterinario que la trató en la clínica estaba más ilusionado y resaltaba que «Villarina» había llegado mucho más grave al hospitalillo y, sin embargo, había logrado salir adelante.

Tras poco más de un día de ingreso, «Lara» fue derivada al centro de la naturaleza de Sobrescobio, un equipamiento que dispone de espacios más amplios. Había que sacar a «Lara» de la jaula para que ella misma fuese ganando movimiento una vez que se le iba pasando el efecto de la sedación. La única duda que quedaba entonces de su total recuperación es que ella misma se hiciese heridas en zona de la sutura y reabriese la herida. Ayer, la Consejería de Medio Ambiente enviaba un comunicado en el que asegura que «Lara» evoluciona bien y que ha ganado peso, alimentándose de fruta, carne, miel y papillas. Además, la osina ya camina sin dificultad y ya está «completamente restablecida de la sedación que se le administró en los primeros días», matiza Medio Ambiente. Acostumbrada ya a su nuevo hábitat, «Lara» también se muestra mucho más dócil y tranquila y es que, cuando se la desplazó desde la clínica ovetense a Sobrescobio, el animal estaba muy nervioso e incluso intentó romper los barrotes de la jaula en la que se la desplazó.

Cuando el animal se restablezca por completo, la Consejería intentará reintroducirla al medio natural, tal y como se hizo con «Villarina», la osina que también apareció gravemente herida en una cuneta en Somiedo en junio de 2008. Si «Lara» consigue volver a vivir en libertad en los montes de Las Fuentes sería la segunda vez en Europa que se lograra reintroducir a un oso pardo a su hábitat natural tras meses en contacto con los humanos. Y esos dos éxitos se lograrían en el mismo lugar, en Asturias. La primera osa que volvió a vivir en libertad tras meses en contacto con los humanos fue «Villarina». Su caso rompió todas las normas de recuperación de animales salvajes y ahora, convertida en una osa adulta, ya está preparada para ser madre, algo que según los expertos ocurrirá, casi con seguridad, la próxima primavera cuando salga de su osera.