Vidas paralelas. Así parecen ser las trayectorias de Vicente Álvarez Areces y Ovidio Sánchez, que irrumpieron juntos en la primera línea de la política regional en las elecciones autonómicas de 1999, y se retiran de las trincheras electorales, también juntos, el próximo domingo. Que su nombre no salga en las nuevas listas electorales de sus partidos, PSOE y PP, respectivamente, no impide que Areces y Sánchez participen activamente en la campaña a favor de sus sustitutos, Javier Fernández e Isabel Pérez-Espinosa. El presidente del Principado estuvo ayer en Laviana y Sobrescobio, mientras que el jefe de la oposición en el Parlamento asturiano hizo campaña en Ponga y Amieva. Areces alertó de que el avance de la derecha en la región pondría en peligro «los servicios públicos más valorados por los asturianos, como la sanidad y la educación». Sánchez recriminó a los socialistas su incapacidad para acabar infraestructuras clave para el Principado, como el tramo Unquera-Llanes de la Autovía del Cantábrico.

Areces, curtido en plazas mayores, se presentó ante el pequeño auditorio de la Casa de Cultura de Pola de Laviana, abarrotado, como el gran abanderado del avance de los servicios públicos y sociales en el Principado. En el acto, en el que también intervinieron el candidato a la Alcaldía de Laviana, Adrián Barbón, y el secretario general de la agrupación socialista de este concejo, José María Solís, el presidente dedicó buena parte de sus discurso a atacar al candidato de Foro Asturias, Francisco Álvarez-Cascos.

«Ya rompió su partido en dos ocasiones, y una vez también lo hizo con el Gobierno de Asturias. Ahora quiere dar una imagen de renovación, va de salvador. Es una actitud con un cinismo inmenso», aseguró Areces. «Él es el ejemplo del doberman», continuó el Presidente, «y su legado fue la mayor catástrofe ecológica de España, el "Prestige", cuando él estaba en el Pirineo. También habla de programas de conservación de especies como el urogallo, cuando él los cazaba, y osos también, en Rumanía», apostilló.

Para Areces, un triunfo de la derecha en Asturias supondrá «el desmantelamiento de los servicios sociales» en la región. «En esto no se diferencian en nada PP y Foro, sólo son partidos distintos por sus rencillas personales», afirmó Areces, que calificó como «meras privatizaciones» los anuncios electorales realizados por Cascos sobre la creación de una Politécnica en Gijón, y por el PP y Foro sobre la libre elección de colegio u hospital. «Todos a uno y luego, los demás cierran, salvo los privados. Este es su modelo», aseveró entre vítores Areces, que tras su intervención fue largamente aplaudido por los asistentes al mitin.

A poco más de 77 kilómetros de Areces, siguiendo la carretera nacional, Ovidio Sánchez afrontaba ayer en San Juan de Beleño (Ponga) el sprint final de la campaña electoral. Allí acudió para animar a los candidatos a las alcaldías del municipio pongueto y del vecino concejo de Amieva, Tomás Santos y José Manuel Vega, respectivamente; un encuentro en el que también estuvieron los aspirantes a diputado por la circunscripción oriental Juan Ángel Bustillo y Juan Basilio González.

De aldea en aldea, el presidente te los populares asturianos explicó personalmente algunas de las principales medidas que el PP tomará si, tras el 22-M, forma Gobierno en Asturias. La ejecución del ya famoso Unquera-Llanes, el tramo pendiente de la Autovía del Cantábrico en el Oriente, «será nuestra prioridad en esta comarca», dijo Sánchez.

«Estos socialistas no tienen remedio, siempre hacen igual. Llegan las elecciones y sacan las máquinas a hacer el paripé», apuntó Sánchez, en clara referencia al posible reinicio de trabajos en el citado tramo de la A-8. El líder de la oposición exprimió su día en la montaña y, más distendido que en actos formales, recorrió las caleyas de varias aldeas de Ponga para escuchar a los vecinos y pedir el voto para el PP. Su objetivo, «quitar el gobierno al PSOE y defender los intereses de los asturianos junto al Gobierno de España que presidirá Mariano Rajoy», concluyó el presidente del PP regional.