Rafael Rivera Viejo, ovetense, profesor de academia, no es optimista sobre el futuro de Asturias. Considera que todo irá a peor y que es necesario hacer algo que cambie la situación económica.

-¿Esto tiene arreglo?

-Lo veo complicado. Es necesario hacer algo que ayude a empujar la economía. Mucho me temo que aunque ahora estamos mal, vamos a estar peor. Soy de los pesimistas.

-¿Su pesimismo nace de la desconfianza en los políticos?

-No hay un duro. Los que vengan ahora se van a encontrar las arcas vacías. Es cuestión de dinero. Llevamos cuatro años nefastos en España. En Asturias no ha sido tan malo, pero, aun así, las cosas están fatal.

-¿No le motivan ni un poco los eslóganes de campaña?

-En absoluto. No la sigo. Los partidos son pesadísimos, repiten lo mismo una y otra vez. Lo que digan ahora no me preocupa porque el voto lo tengo claro. El objetivo es buscar un cambio que considero más que necesario.

-La gente sale a las calles para pedir otro tipo de democracia...

-No creo que este tipo de movimientos sea espontáneo. Y si lo son en seguida llega alguien que quiere aprovecharse de ellos y rentabilizarlos a su favor.

-¿Conoce las reivindicaciones que hacen?

-He escuchado algo de lo que piden y me parece que no tiene pies ni cabeza. Ir contra la economía de mercado es una locura. El dinero no crece en los árboles. El que lo tiene para crear empleo es el que genera riqueza. No se me ocurre otra fórmula mejor.

-¿Qué me dice de las hipotecas y los tipos de interés?

-Me parece bien que con la entrega de la vivienda se salde la deuda.

-Usted da clases a jóvenes y trata con ellos a diario. ¿Estamos ante la generación mejor preparada de la historia de España como dicen algunos?

-No lo creo. Empezando por el hecho de que muy pocos hablan idiomas.

-Mal asunto...

-Yo tampoco. Si tuviera quince años menos me iría de España.