Oviedo, Gijón, Avilés, Mieres M. J. IGLESIAS / R. GARCÍA / M. MANCISIDOR

Oviedo, Gijón, Avilés, Mieres y La Felguera acogieron ayer concentraciones de «indignados», en solidaridad con sus compañeros del movimiento 15-M de Barcelona, que fueron desalojados por la Policía en la plaza de Cataluña, con el objetivo de realizar trabajos de limpieza.

La irrupción de los Mossos d'Esquadra provocó escenas violentas entre los acampados y los agentes. Los indignados asturianos, entre ellos Daniel Ripa y Richard Wilson, calificaron de «aberración» el enfrentamiento, que se saldó con numerosos heridos. Wilson, manifestante habitual de la plaza de la Escandalera en Oviedo, calificó de «incomprensible» la utilización de la violencia contra gente que no ha provocado ningún incidente durante los días que llevan con la protesta. La solidaridad con Barcelona se escenificó en Oviedo con una boda simbólica entre el Gobierno y la banca, con los sindicatos UGT y Comisiones Obreras como padrinos. El acto fue seguido por cientos de personas que aplaudieron al final y vitorearon a los «novios», que recibieron hasta una lluvia de pétalos de rosa. Ripa afirma que las protestas, lejos de apagarse, continuarán. Para el próximo domingo está prevista una marcha entre la plaza de España de Avilés y el centro Niemeyer, que pretende reunir a más de 5.000 «indignados» asturianos. Wilson añadió incluso que entre las reivindicaciones que se plantean estos días se encuentra la creación de un banco ético, con el asesoramiento de economistas y catedráticos. «Hay un trabajo callado que estamos haciendo y vamos a continuar», señaló Ripa, que se mostró más escéptico con la idea de constituir una banca. «Es muy complicado, yo no lo veo factible». En cambio, abogó por mantener la protesta en la calle. «Estamos muy organizados, en la Escandalera incluso damos clases de apoyo para alumnos de selectividad y orientación laboral», indicó. Los integrantes en Avilés del movimiento Democracia Real, Ya iniciaron la asamblea diaria de las ocho de la tarde con un sentimiento de repulsa hacia la represión policial. Repartieron flores de colores y fotocopias de fotografías de la carga policial. Al grito de «¡A mí de aquí no me mueven!», cerca de 200 avilesinos de todas las edades coincidieron a la hora de definir lo ocurrido en Barcelona como «hechos impropios de una democracia real». En Gijón miles de jóvenes también secundaron la concentración de apoyo convocada en España. Los manifestantes, armados con pancartas y flores, comenzaron su protesta en la plaza del Instituto.